Es la primera vez que un español se corona en la mítica prueba, disputada desde 1911, y lo ha hecho como solo lo hacen los grandes: con inteligencia, estrategia, sangre fría y una ambición desbordante.
A sus 27 años, Palou completa así su particular «triple corona» de la IndyCar. Ya era tricampeón de la categoría y líder destacado del campeonato 2025 —con cinco victorias en las seis primeras carreras del año—, pero le faltaba la joya: Indianápolis. Desde hoy, su rostro se unirá al de los grandes campeones en el trofeo Borg Warner, ese símbolo eterno reservado a los inmortales del óvalo.