Julio 31, 2025

60 años de la primera victoria de Honda en Fórmula 1: el origen de una leyenda

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Este 2025 se cumplen 60 años de un momento histórico para Honda y para el automovilismo mundial: la primera victoria de la marca japonesa en la Fórmula 1.

El 24 de octubre de 1965, en el Gran Premio de México, Richie Ginther cruzaba la línea de meta en primer lugar a bordo del Honda RA272, marcando un antes y un después en la historia de la competición. No solo era la primera victoria de Honda en la categoría reina del automovilismo: también fue la primera vez que una marca japonesa ganaba un Gran Premio de Fórmula 1.

Aquel triunfo no fue casualidad. Fue el resultado de una apuesta valiente de Honda, que apenas un año antes había debutado en la F1 como constructor completo, diseñando tanto el chasis como el motor. El RA272, con su innovador motor V12 de 1.5 litros montado en posición transversal, fue un ejemplo del enfoque técnico adelantado a su tiempo que caracteriza a la marca. Ese espíritu inconformista e innovador ha acompañado a Honda durante sus seis décadas en la máxima competición.

Desde entonces, Honda ha sido protagonista de algunas de las eras más dominantes en la historia de la F1. Especialmente como proveedor de motores, la marca brilló en los años 80 y principios de los 90, impulsando a escuderías legendarias como Williams y McLaren hacia lo más alto del podio. Entre 1986 y 1991, los motores Honda ganaron seis campeonatos de constructores y cinco títulos de pilotos, una época dorada que todavía hoy es sinónimo de excelencia tecnológica.

Por supuesto, hablar de Honda en la F1 es hablar también de algunos de los pilotos más míticos que han pasado por la categoría. Ayrton Senna, probablemente el mayor icono de esta lista, ganó tres campeonatos mundiales con el binomio McLaren-Honda, protagonizando duelos inolvidables con Alain Prost, otro gran campeón motorizado por Honda. También destacan nombres como Nelson Piquet, Nigel Mansell, Damon Hill, Jenson Button, y en la era moderna, Max Verstappen y Sergio Pérez, quienes llevaron a Red Bull Honda a conquistar los títulos de 2021 y 2022.

La historia de Honda en la F1 no es solo una historia de victorias, sino también de innovación y transferencia tecnológica. La alta competición representa el entorno más exigente del mundo del motor, y Honda ha sabido aprovecharlo como laboratorio rodante para desarrollar soluciones aplicables a sus vehículos de calle. Tecnologías como la eficiencia térmica de los motores, los sistemas de recuperación de energía, el control electrónico, la gestión híbrida o la aerodinámica activa han pasado de los circuitos a modelos como el Honda Civic, el Prelude o el CR-V, y más recientemente protagonista de las innovaciones en el campo de la electrificación de la movilidad.

Pero el impacto de la Fórmula 1 va más allá de la tecnología. También ha moldeado el ADN de Honda como compañía. Un ADN marcado por la pasión por la alta competición como reto tecnológico en el camino de la excelencia. Competir como sinónimo de superación y de pasión por la ingeniería. Ese espíritu se refleja en cada vehículo que produce la marca, desde un urbano compacto hasta un deportivo híbrido.  Si hay algo que los expertos siempre alaban de Honda, es que sus automóviles son diferentes y, ante todo, divertidos de conducir… por ello podemos decir que cualquier Honda lleva el gen de la competición.

A lo largo de estas seis décadas, Honda ha entrado y salido de la Fórmula 1 en distintas etapas, siempre con un objetivo claro: evolucionar. Su última etapa como motorista oficial de Red Bull Racing culminó con una histórica victoria en el Mundial de Pilotos de 2021 con Verstappen, y desde entonces sigue colaborando tecnológicamente con la escudería en un formato técnico. En 2026, Honda volverá de forma oficial junto a Aston Martin, en una nueva era con motorizaciones 100% híbridas. Un paso más hacia una F1 más sostenible y alineada con el futuro eléctrico de la industria.

Hoy, 60 años después de aquella primera victoria en México, el legado de Honda sigue más vivo que nunca. Aquel triunfo fue el comienzo de una historia de innovación, pasión y desafío que continúa escribiéndose en cada circuito, y que inspira cada nuevo vehículo que Honda pone en la carretera.

Porque en Honda, competir no es un fin. Es el camino hacia la superación.