Joan Mir logró una actuación sobresaliente al concluir la carrera en tercer lugar, otorgando a Honda un podio “en casa”, frente a su público en Motegi. Este resultado cobra aún más relevancia considerando las dificultades acumuladas durante la temporada: la RC213V ha tenido altibajos, pero en Japón el equipo y el piloto lograron una comunión deportiva que fue premiada con un merecido cajón. Durante la carrera, Mir protagonizó luchas intensas con otros pilotos, incluso con Marc Márquez en algún momento de la sprint, demostrando que tenía ritmo para aspirar a más.

Otro motivo de orgullo para Honda llegó de la mano de Johann Zarco, piloto de LCR Honda, que cruzó la meta en novena posición. En un fin de semana donde el rendimiento ha sido exigente, Zarco sumó puntos valiosos para el equipo, evidenciando constancia y habilidad para mantener la moto en la pelea dentro del top 10. Su aportación refuerza la solidez del proyecto Honda también a través de sus otros pilotos.

El domingo también será recordado como el día en que Marc Márquez se alzó con su noveno campeonato del mundo. La conexión entre Márquez y la casa Honda sigue siendo fuerte, tras los ocho campeonatos que ganó con la firma japonesa. En redes sociales, Honda compartió una emotiva felicitación: frases como “A veces, la bola número ocho no es el final del juego” reflejaron orgullo y reconocimiento a su legado.