El mérito de Bou no se mide solo en títulos, sino también en longevidad y capacidad de adaptación. Desde su debut en 2003 y su fichaje por Montesa-Honda en 2007, ha mantenido una hegemonía absoluta durante casi dos décadas, sin ceder un solo campeonato mundial. A sus 38 años, lejos de dar síntomas de declive, sigue compitiendo con la misma pasión y hambre de victoria que el primer día.
En el paddock, sus logros generan admiración unánime. Takahisa Fujinami, team manager del Repsol Honda HRC, subraya que “Toni y el equipo han dado lo mejor en cada carrera, alcanzando un nivel de excelencia muy difícil de igualar”. Desde Japón, Koji Watanabe, presidente de Honda Racing Corporation, destacó que “su esfuerzo incansable y sus habilidades excepcionales inspiran a aficionados y a futuras generaciones de pilotos en todo el mundo”.