Tras liderar la mayor parte de la carrera en el circuito de Montmeló, Verstappen se volvió a quedar con las ganas. El holandés está decidido a plantar cara al campeón de Lewis Hamilton (Mercedes). El británico ya acumula tres victorias, pero todavía quedan 18 carreras del campeonato y los tiempos son muy ajustados. Es una lucha de titanes, no hay nada decidido.
Max salió como un relámpago desde el segundo lugar y ya en la primera curva aprovechó para colarse por el interior de Lewis Hamilton y tomar la delantera. También comenzó bien Sergio Pérez, que ganó dos posiciones en la primera vuelta, pasando de octavo a sexto. A los dos pilotos de la Escudería AlphaTauri no les fue tan bien. Tras un error en la parrilla que le hizo sobrepasar su punto de partida y recibir una penalización de cinco segundos, Pierre corría a la defensiva. Yuki Tsunoda, por su parte, perdió la presión de combustible ya en la séptima vuelta de la carrera, lo que forzó su abandono en la curva 10 y la salida a pista del coche de seguridad.
Después del reinicio, Max defendió su liderazgo a capa y espada y logró mantener a raya a Hamilton durante la primera parte de la carrera. Incluso tras una lenta parada en boxes en la vuelta 24, el holandés consiguió mantenerse a la cabeza de la carrera. El status quo se mantuvo por un tiempo, con Max aguantando a Hamilton, mientras Sergio se quedaba atrapado detrás de Daniel Ricciardo (McLaren) en la sexta posición. Más tarde, cuando los dos primeros corrían muy juntos, Mercedes optó por una estrategia de dos paradas y Max se quedó tratando de llegar al final sin volver a pasar por boxes, apañándoselas con neumáticos medianos ya desgastados mientras Hamilton se disponía a borrar el déficit de 23 segundos.