Max Verstappen consiguió una espectacular victoria en el Gran Premio de Francia de F1, con Checo en el tercer escalón del podio.
Cuando se apagó el semáforo, Max salió como un relámpago, pero un error en la segunda curva permitió a Hamilton ponerse al frente y ganar ventaja. El neerlandés apretó la marcha y la carrera se convirtió en un duelo entre los dos pilotos. Después de borrar en los últimos compases del Gran Premio la ventaja de 16 segundos que llevaba Hamilton, la prueba se decidió a falta de dos vueltas del final de la carrera.
En el giro 52 (de 53) eligió la chicane para atacar como había hecho previamente con el otro Mercedes de Valtteri Bottas. El neerlandés logró una salida de la curva perfecta y, con la ayuda del DRS, superó al Mercedes para lograr la decimotercera victoria de su carrera, lo que le permitió aumentar en 12 puntos la ventaja sobre el británico en el Campeonato de Pilotos.