Se respiraba una atmósfera festiva en Zandvoort. Max corría en casa y además, partía desde la pole. Todo apuntaba a una gran carrera para el holandés del equipo Red Bull. Mientras, su compañero, Sergio Pérez, tras haber clasificado decimosexto el sábado, optaba por una salida estratégica desde el pit lane. Por su parte, Pierre Gasly, de la Scuderia AlphaTauri, ocupaba la cuarta posición en la línea de salida.

Max se inclinó por el neumático blando. Sergio, en cambio, escogió el duro para intentar hacer una tirada larga. Sin embargo, mientras Max dominaba la carrera con una excelente conducción y defendía el liderato con tranquilidad para alegría de la “armada naranja” en las gradas, Sergio se vio forzado a parar en la octava vuelta para cambiar a medios. Con el cambio, el piloto mexicano de Red Bull dio color a la carrera con sus adelantamientos por el interior y por el exterior, que le permitieron escalar hasta las posiciones de puntos.

Max no realizó su primera parada hasta la vuelta 21. Cambió a medios y se reincorporó sin dejar de marcar un ritmo que lo volvía inmune a cualquier ataque. Pierre hizo su única parada en boxes tres vueltas después de Max y ya con los medios, dejó a los Ferrari atrás. Su compañero en AlphaTauri, Yuki Tsunoda, hubo de retirarse tras su primera parada. Max contaba con tal ventaja que se permitió el lujo de hacer un segundo pit stop en la vuelta 40. También Sergio paró por segunda vez para poner neumáticos blandos y tratar de recuperar el mayor número de posiciones.

Max cruzó la meta primero, sin sobresaltos, a 21 segundos del segundo clasificado, Lewis Hamilton (Mercedes). Sergio terminó octavo después de una remontada épica. 87ª victoria para el equipo Honda y triunfo esencial para Max, que vuelve a encabezar el Mundial. Pierre defendió su puesto de salida y terminó cuarto. Así pues, balance muy positivo para los pilotos Honda en este GP de Holanda. Y la mirada puesta ya en Monza, donde se disputará la siguiente prueba el 12 de septiembre.