Si hay algo que define a Marc es su madera de campeón. No por nada lo ha sido en ocho ocasiones. En 2021, Marc volvía a las pistas tras tres operaciones en su hombro. Tocaba empezar de cero, pero su progresión ha sido asombrosa. Este domingo en el GP de las Américas lo demostraba subiéndose a lo más alto del podio por segunda vez esta temporada. Desde el principio, Marc impuso un ritmo endemoniado. Salió como un cohete y pronto abrió una ventaja de 4 segundos sobre su perseguidor, Fabio Quartararo (Yamaha).
De la vuelta 5 a la 15, nunca bajó del 2’04.9. Volaba sobre el asfalto del circuito de Austin. Inalcanzable. Y ocurrió lo que se veía venir: obtuvo su séptimo triunfo en este circuito, segundo de la presente temporada y podio 450 para el equipo Repsol Honda desde su llegada a la categoría reina de las motos en 1995. La victoria, además, sitúa a Marc en la séptima posición de la clasificación general del Mundial con 117 puntos. Un fin de semana memorable para el piloto catalán que, definitivamente, ha vuelto y tiene todavía mucho espectáculo que ofrecer.