Que el circuito urbano de Mónaco es exigente, nadie lo duda. Pero si a la dificultad del trazado, añadimos la lluvia y un accidente, la cosa se complica. Aun así, el piloto mexicano del equipo Red Bull, Sergio ‘Checo’ Pérez supo sacar el máximo partido de la estrategia de carrera de su equipo para alzarse con la victoria, por primera vez en este Gran Premio. Su compañero, el defensor del título y actual líder del Mundial, Max Verstappen, cruzó la línea en tercera posición por detrás del Ferrari de Carlos Sáinz, lo que pone de relieve el poderío de los Red Bull una semana más.
Fueron dos las banderas rojas que marcaron esta séptima prueba del Mundial: la primera por la lluvia y la segunda por el accidente de Mick Schumacher (Haas). ‘Checo’ salía por detrás de los dos Ferrari, el del mencionado Sáinz y el del monegasco Charles Leclerc. Pero las paradas en boxes le permitieron rebasarlos a ambos y aunque tuvo que defenderse con uñas y dientes de Sáinz, el triunfo fue suyo en última instancia. Y además, volvió a subirse al podio con Max.
Por su parte, los dos pilotos de la Scuderia AlphaTauri, Pierre Gasly y Yuki Tsunoda, quedaron fuera de los puntos en esta ocasión al terminar undécimo y decimoséptimo, respectivamente. Eso sí, Pierre protagonizó una remontada espectacular, desde la decimoséptima posición, al optar por los medios cuando los demás pilotos todavía llevaban los de lluvia. En dos semanas, nos reencontraremos con la F1 en otro circuito callejero, el de Bakú (Azerbaiyán). Y los pilotos de Red Bull llegan con la moral alta.