¿Y cuál es el plan?
Se presenta una clasificación de las motocicletas en tres categorías: bicicletas eléctricas (25 km/h o menos), ciclomotores eléctricos (25 – 50 km/h) y vehículos eléctricos (50 km/h o más). Al final, lo importante es presentar resultados que se adapten a las necesidades de todos los clientes.
De esta manera, uno de los puntos clave es la mejora de la eficiencia del combustible en modelos equipados con motor de combustión interna, además de la apuesta firme por modelos que sean compatibles con combustibles sin emisiones de carbono (por ejemplo, mezcla de gasolina y etanol). La transición, como concepto, es esencial.
Más de 10 nuevos modelos
Sí, así es. En Honda, las grandes ideas se desarrollan, como no podía ser de otra manera, a lo grande. En otras palabras, para 2025 se espera haber introducido más de diez modelos eléctricos distintos.
Para popularizar su venta, además, se quiere apostar por la estandarización de los sistemas de intercambio de baterías. ¿Cómo? Con baterías de estado sólido, las cuales presentan un alto nivel de compatibilidad del software entre los vehículos eléctricos. Pero todavía hay mucho más…
Se introducirán dos modelos EV para pasajeros entre 2024 y 2025 en Asia, Europa y Japón, los cuales contarán con un valor añadido único para adaptarse a las necesidades del mercado disruptivo. Además de una gama de futuros modelos, también para uso personal, que tenga en cuenta el entorno futuro del mercado y los posibles avances tecnológicos que acontezcan. Se apostará por 5 nuevos modelos EMs y EBs entre 2022 y 2024; y por 4 modelos FUN EV entre 2024 y 2025. Todo esto implementando una infraestructura de carga a través de la utilización de Mobile Power Packs (MPP) de baterías intercambiables, con el que recargar una moto eléctrica se asemejará más a repostar que a enchufar… un par de minutos, y la moto cargada de nuevo a tope.
Este sistema de intercambio de baterías, desarrollado por Honda, cuenta con el apoyo de los principales fabricantes de motocicletas de todo el mundo, ya que responde a las necesidades de cualquier usuario y aporta la flexibilidad necesaria para una transición exitosa hacia la electrificación de las dos ruedas.