Octubre 9, 2023

Verstappen se proclama campeón en el infierno de Losail

Competición

Maxc Versatppen alcanzó este fin de semana en Qatar su tercer campeonato del mundo de F1. Max alcanza la categoría de mito del automovilismo junto a Senna, Piquet, Lauda, Braham o Stewart, y lo ha hecho con una nueva victoria. Y ya van 14 esta temporada.

Verstappen no dio tiempo a generar ninguna duda sobre quien es el rey de la categoría. El mismo sábado, tras una segunda posición en la carrera al Sprint, entrando por detrás de Piastri, sumó los puntos que necesitaba para proclamarse de nuevo Campeón del Mudo. Domingo, para festejarlo, dominó la carrera de principio a fin, aprovechando la “pole” y machacando a sus rivales con un dominio absoluto en una carrera que, según todos los pilotos, fue la más dura que han vivido en este campeonato, con un calor infernal a pesar de que la prueba fuera nocturna.

Su compañero de equipo Sergio Pérez, terminó en una meritoria décima posición, teniendo en cuenta que, por un incidente en la carrera al esprint, del día anterior, dejó inutilizado el coche y tuvo que correr con un vehículo nuevo. La salida del Safety Car le impidió calentar suficientemente los neumáticos duros limitando su progreso en carrera. Finalmente, con una décima posición, pudo sumar un punto que le acerca, paso a paso, al subcampeonato.

Tras dos buenas carreras puntuando, los Alpha Tauri dejaron su casillero en blanco, a pesar de que Tsunoda estuvo rozando los puntos.

El joven piloto japonés dejó claro que había sido una carrera muy exigente y dura por las altas temperatura. La salida, desde la posición onceava, fue muy buena y recuperó posiciones hasta llegar a correr durante gran parte de la prueba dentro de la zona de los puntos. No obstante, el coche perdía ritmo lo que finalmente le relegó a la posición quinceava. Su compañero, el neozelandés Liam Lawson, que partía de la posición 18, no tuvo una carrera brillante, pero pudo finalizarla a pesar de la dureza de las condiciones.

La fórmula 1 se traslada de nuevo a los Estado Unidos, en concreto a la ciudad tejana de Austin, donde los Red Bull volverán a probar si hay alguien que les cuestione su hegemonía.