Fue un fin de semana en el que a cada esfuerzo se sumaban más dificultades y en el que, a pesar de la determinación de Marini, Mir, Zarko y Nakagami la dureza de la carrera junto con unas condiciones climáticas cambiantes causaron mella en los equipos.
Desde el inicio, el cielo nublado dio paso a un sol abrasador que exigió lo mejor de cada competidor en el asfalto de Texas. Luca Marini, portando el número 10, emergió como el piloto más destacado de Honda en esta carrera, rozando los puntos. No obstante, su actuación fue crucial para recabar datos valiosos para los ingenieros de HRC en Japón. Marini mostró una notable mejora en sus tiempos por vuelta a medida que avanzaba el evento, y en las etapas finales de la competencia, estuvo cerca de superar a Alex Márquez para obtener el decimoquinto puesto, perdiéndolo por menos de un segundo.