Mayo 8, 2025

Honda lleva su energía circular al espacio: pruebas en la Estación Espacial Internacional

Innovación

En Honda, los sueños no tienen fronteras. Tampoco la innovación. Tras imaginar cómo sería la vida en la Luna con energía renovable circular —como contábamos en este artículo—, damos un paso más. Honda probará su sistema de electrólisis de agua a alta presión en la Estación Espacial Internacional (ISS), como parte de su investigación para desarrollar un sistema de energía autosuficiente capaz de sostener la vida fuera de la Tierra… y también en ella.

La tecnología de la Tierra, puesta a prueba en órbita

Honda, desde su departamento de R&D, iniciará una nueva fase en su apuesta por un futuro más sostenible y tecnológicamente avanzado: la validación de su sistema de electrólisis de agua a alta presión en microgravedad, concretamente a bordo de la Estación Espacial Internacional. Este paso forma parte del plan para crear un sistema de energía renovable circular pensado para misiones lunares de larga duración.

La prueba, que se realizará en colaboración con las empresas Sierra Space y Tec-Masters, permitirá a Honda comprobar la eficiencia y fiabilidad del núcleo de su tecnología en condiciones extremas. Pero, ¿por qué es esto tan importante?

El sistema que Honda desarrolla se basa en un ciclo completamente cerrado: utiliza energía solar para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno mediante electrólisis durante el “día lunar”, almacenando estos gases para luego, durante la noche lunar —cuando no hay luz solar—, generar electricidad mediante pilas de combustible. El único subproducto es agua, que se reutiliza en el proceso. Este sistema no solo proporcionaría oxígeno para que los astronautas puedan respirar y energía limpia para las bases lunares, sino que representa una alternativa real para futuras aplicaciones en la Tierra: hogares autosuficientes, vehículos más eficientes o instalaciones remotas que dependan de fuentes limpias. En definitiva, un ejemplo de cómo la innovación espacial puede beneficiar a nuestro día a día.

En este experimento en la ISS, Honda probará un elemento central de su sistema: el electrolizador de agua a alta presión, desarrollado para ser compacto, ligero y especialmente eficiente. Estas características son esenciales para las misiones espaciales, donde el volumen y el peso son factores críticos, y la fiabilidad lo es todo. A diferencia de otros sistemas que requieren compresión mecánica, el de Honda prescinde de estos mecanismos, reduciendo el mantenimiento y aumentando la durabilidad. Las pruebas se llevarán a cabo gracias al apoyo de dos aliados estratégicos: Sierra Space, que transportará los equipos a bordo del primer y único avión espacial comercial reutilizable; y Tec-Masters, que liderará la implementación tecnológica en la ISS.

Un paso más hacia la vida sostenible en el espacio… y en la Tierra

Este proyecto se enmarca en una estrategia más amplia. A finales de 2024, Honda creó en Estados Unidos su nueva división de Space Development, con el objetivo de impulsar el desarrollo tecnológico y fortalecer su colaboración con la industria aeroespacial estadounidense. Desde allí, y con el apoyo del equipo técnico japonés, se busca adaptar el know-how de Honda en movilidad y energías limpias a nuevos contextos: el espacio exterior es uno de ellos.

Estas iniciativas demuestran que Honda no solo imagina cómo sería vivir en la Luna; sino que trabaja para hacerlo posible. Las pruebas en la Estación Espacial Internacional suponen un avance real en el desarrollo de sistemas energéticos autónomos, sostenibles y aplicables tanto fuera como dentro de nuestro planeta. Porque los sueños no solo se piensan: se diseñan, se construyen… y se lanzan al espacio.

A lo largo de su historia, Honda ha trabajado para superar límites: primero sobre dos ruedas, luego en la carretera, el mar y el aire. Hoy, el desafío está en el espacio, aportando su visión de una tecnología al servicio de un futuro habitable, aquí y en cualquier parte del universo.

Esta investigación pone de relieve, además, el potencial transformador de tecnologías inicialmente pensadas para el espacio, pero con aplicaciones tangibles en la Tierra. Las viviendas del futuro podrían incorporar sistemas similares a los que hoy se diseñan para sobrevivir en la Luna, cerrando así el círculo entre innovación y sostenibilidad. Y, con ello, acercando aún más ese sueño que nos inspira: que la tecnología mejore la vida, sin importar en qué lugar del universo nos encontremos.