Del viento a la carretera: así fabrica Honda automóviles con energía 100 % renovable
Imaginar una fábrica de automóviles que funcione únicamente con energía renovable parecía, hasta hace poco, un desafío reservado al futuro. En Honda, sin embargo, los sueños siempre han sido un motor que han llevado a la acción. Y en Brasil, ese espíritu se ha traducido en una realidad tangible: hoy, Honda fabrica vehículos utilizando exclusivamente electricidad generada a partir del viento.
Este proyecto pionero se enmarca en la visión global de Honda de alcanzar una sociedad con impacto ambiental cero en 2050, una ambición que se concreta a través de la estrategia Triple Acción hasta CERO: neutralidad de carbono, uso de energía limpia y circulación eficiente de los recursos. No se trata solo de reducir emisiones, sino de repensar cómo se produce la movilidad desde su origen.
Un parque eólico que alimenta un objetivo
La clave de esta transformación está en Honda Energy do Brasil, una filial creada para desarrollar y operar un parque eólico propio en Xangri-lá, en el estado de Rio Grande do Sul. Inaugurado en 2014, el parque cuenta con diez aerogeneradores y una capacidad instalada de 31,7 MW, suficiente para generar más de 94.000 MWh al año.
Gracias a esta infraestructura, Honda Automóveis do Brasil cubre hoy el 100 % de la electricidad necesaria para la fabricación de sus vehículos con energía renovable autogenerada. Desde su puesta en marcha, el parque eólico ha permitido evitar la emisión de más de 50.000 toneladas de CO₂ y ha suministrado energía limpia para producir más de un millón de automóviles
Pero el valor del proyecto va más allá de las cifras. La decisión de apostar por la energía eólica respondió a un análisis profundo del entorno: era la opción más eficiente, con menor impacto ambiental y compatible con las actividades agrícolas de la zona. Una solución tecnológica pensada para convivir con la naturaleza y con la comunidad local.
El espíritu Honda detrás del proyecto
El camino no estuvo exento de retos. Desde la complejidad regulatoria del sector eléctrico hasta la necesidad de formar equipos especializados en un ámbito ajeno a la automoción, el proyecto exigió una forma de trabajar muy alineada con la cultura Honda.
Las sesiones de Waigaya —debates abiertos y honestos para generar nuevas ideas— y principios como el de las Tres Realidades (ir al lugar real, ver la situación real y entender los hechos reales) fueron determinantes para avanzar. El resultado fue un equipo multidisciplinar capaz de diseñar, construir y operar el parque eólico en apenas 38 meses, desde la planificación inicial hasta su inauguración.
Como recordaba Soichiro Honda, “sin seguridad no hay producción”. Esta filosofía sigue guiando el día a día del parque eólico, donde el mantenimiento, la prevención y el cuidado de las personas son tan importantes como la generación de energía limpia.
Un modelo alineado con la estrategia europea
La experiencia de Brasil conecta directamente con el enfoque de Honda Motor Europe, donde la sostenibilidad se integra en toda la cadena de valor. En su Informe de Sostenibilidad 2025, Honda reafirma su compromiso con la descarbonización de las operaciones, el uso creciente de electricidad renovable y la electrificación de su gama, en coherencia con los requisitos europeos y la Directiva CSRD
Ejemplos como el de Brasil demuestran que la innovación no tiene fronteras. La transición energética es un reto global que se acelera cuando la visión estratégica se traduce en decisiones y proyectos concretos.
Hoy, el parque eólico de Honda en Brasil es también un espacio de aprendizaje y sensibilización. Escuelas y visitantes descubren cómo la tecnología, la industria y el respeto por el entorno pueden avanzar juntos. Un lugar donde el viento no solo mueve aerogeneradores, sino también conciencias.
En Honda, los sueños no se quedan en el papel. Se transforman en energía, en acción y en compromiso. Y a veces, como en Brasil, también se convierten en viento a favor para una movilidad más sostenible.
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