Noviembre 18, 2021

Historia de Honda en la F1 (parte II): los dorados 80

Competición

La primera incursión de Honda en la F1 tuvo lugar en la segunda mitad de los años 60. Supuso la consecución de un sueño. Los buenos resultados obtenidos en poco tiempo auspiciaban un futuro prometedor, pero un trágico suceso hizo que decidieran aparcar el sueño hasta momentos más propicios. Exactamente quince años más tarde.

El ansiado regreso de Honda a la competición se produce en 1983, esta vez como proveedor de motores para los equipos Spirit, Williams, Lotus, McLaren y Tirell. Fue su época dorada. Logró seis títulos de constructores con Williams (1986 y 1987) y McLaren (de 1988 a 1991) y cinco de pilotos con Nelson Piquet (1987), Ayrton Senna (1988, 1990 y 1991) y Alain Prost (1989).

Ganar o perder es lo de menos

Lo importante es el espectáculo. Lo afirmaba Kiyoshi Kawashima, presidente de Honda, al anunciar el retorno de la compañía a la F1 en una conferencia de prensa celebrada en 1978. Honda quería volver, pero en su larga ausencia, el mundo de la F1 no había dejado de rodar y progresar. Reengancharse no era tarea fácil. Con prudencia, se decidió una fase de prueba en la F2. No fue hasta cinco años después, en 1983, cuando estuvieron listos para dar el salto.

La temporada de la rentrée no fue brillante, pero la siguiente les reportaría su primera victoria en el GP de Dallas. A 40 grados, los competidores caían como moscas debido al sobrecalentamiento, pero el piloto finés de Williams Honda, Keke Rosberg, tenía en su casco un dispositivo que le permitía regular la temperatura. Esto, unido a su magnífica conducción, hizo que se alzara con el triunfo. El ciclo arrancaba, en 1985 los ingenieros dieron con la tecla y Honda se llevó cinco victorias esa temporada. Con un equipo renovado, tan joven como ambicioso, 1986 fue el año de la consolidación. La progresión era imparable.

Héroes de leyenda: Mansell, Piquet, Senna y Nakajima

En 1987, Honda firma un contrato con el equipo Williams, cuyos pilotos eran Nigel Mansell y Nelson Piquet, y con el equipo Lotus, que tenía a Ayrton Senna y Satoru Nakajima, el primer japonés en competir en F1 como primer piloto. Y para acrecentar el interés del público nipón, además, Honda anunció que acogería el GP de Suzuka por cinco años. El GP de Gran Bretaña de ese año fue histórico: Mansell, Piquet, Senna y Nakajima coparon las cuatro primeras posiciones. En total, fueron once victorias para Honda esa temporada.

Al año siguiente, Honda se asocia con McLaren, que había fichado a Senna y a Alain Prost. Fue una temporada alucinante: ganaron 15 de las 16 carreras y en diez de ellas, los pilotos de McLaren fueron primero y segundo. Senna venció en Suzuka y se anotó su primer campeonato del mundo. El inicio de la leyenda. De las 71 carreras que Honda ganó entre 1964 y 1992, 32 fueron gracias al mítico piloto brasileño.

Cambio de ciclo

1989 marca la transición del motor turbo al aspirado. Con once triunfos, Honda seguía dominando con rotundidad la F1. Pero en 1991, a pesar de las cuatro victorias consecutivas con las que Senna arrancó la temporada, los McLaren Honda empezaron a ser igualados por los Williams Renault. Aunque el equipo ganó ocho carreras y se llevó el sexto título mundial de constructores y el quinto campeonato del mundo de pilotos, lo cierto es que el motor V10 de Williams se había puesto a la altura del V12 de Honda.

Además, los McLaren perdían velocidad por un problema de equilibrio entre el chasis y el motor. Ahora se priorizaba la investigación química para tratar de encontrar la composición de carburante más idónea. Al final de la temporada, Williams se perfilaba como nuevo rey de la F1. Un cambio de ciclo se respiraba en el ambiente.

Kawamoto justificaba así la decisión de dejar la F1: “Empezamos a perder de vista el objetivo inicial. Dejamos de experimentar con nueva tecnología. El equipo se quedó sin energía”. Aparte, la empresa atravesaba un momento delicado financieramente. En septiembre de 1992, Honda anuncia que vuelve a retirarse de la competición. Pero no era un adiós, sino un hasta luego; de nuevo en palabras de Kawamoto: “Honda no es una compañía de F1. La F1 es significativa porque permite a Honda desafiar los límites a su manera. Espero que, en el futuro, haya empleados que acudan a dirección y digan, ‘Realmente quiero hacer F1. Por favor, dadme la oportunidad’”.