Florence Lawrence: una historia personal
Fue una gran actriz cinematográfica. Sólo por eso, su historia ya empieza de una manera particular. Nacida en Hamilton (Canadá) en 1886, rodó una cantidad indecente de películas y parte de su fortuna la invirtió en su otra gran pasión: los automóviles.
Pero Lawrence no sólo los coleccionaba, sino que los mejoró incorporando intermitentes y señales de freno. Sin duda, ella ya tenía clara la importancia de la seguridad a la hora de disfruta del placer de conducir. ¿Compartía ADN con Honda, quizá?
En concreto, Florence inventó un artilugio en forma de palo que se movía para indicar si el coche iba a girar hacia un lado u otro y una señal de stop que aparecía en la parte de atrás cuando el conductor accionaba el pedal de frenos. Dos elementos, en aquel momento rudimentarios, sin los que ahora no podríamos vivir.