marzo 12, 2014

Coches inteligentes: un arma contra los accidentes de tráfico

“Kitt, te necesito”, decía Michael Knight a su coche fantástico. Los coches inteligentes forman parte del futuro de ciencia ficción que desde hace décadas construyen películas, novelas y series de televisión. Pero no es sólo un divertimento más. Las nuevas tecnologías, combinadas con los sistemas de transporte, ayudan a paliar uno de los grandes problemas del mundo actual: los accidentes de tráfico. Según la Organización Mundial de la Salud, los accidentes de tráfico son la octava causa mundial de muerte, y si la tendencia actual continúa, en 2030 serán la quinta causa.

Siguiendo la tendencia de la industria de la automoción más avanzada, Honda dedica grandes esfuerzos a desarrollar coches con cada vez más autonomía, capaces por sí solos de frenar, esquivar obstáculos y comunicarse con otros vehículos. Hace décadas que la seguridad de conductores, pasajeros y peatones es uno de los pilares del programa I+D de la compañía, reflejado en el lema Seguridad para todos. Ya en 1987, el Legend se convirtió es en primer vehículo japonés con airbags SRS, mientras que el Prelude fue el primer coche del mundo con cuatro ruedas directrices. En 2010, Honda recibió el primer premio EuroNCAP Advanced por el sistema de frenado de emergencia autónomo: Collision Mitigation Brake System (CMBS).

Para avanzar hacia este objetivo, Honda participa en el proyecto Advanced Safety Vehicle (ASV), un proyecto de ámbito nacional japonés liderado por el ministerio de infraestructuras. En los años 90, Honda ya incorporaba a sus vehículos las tecnologías desarrolladas en el marco del programa.

Desde el año 2000, Honda se ha centrado en los sistemas de intercomunicación, orientados a cubrir los momentos de falta de atención por parte del conductor o de visibilidad deficiente, que no pueden tratarse desde los sistemas centrados en un único vehículo. En el 20º ITS World Congress Tokyo 2013, celebrado el pasado mes de octubre, la Compañía mostró sus últimos avances en sistemas inteligentes de apoyo al tráfico y a la seguridad, basados en tecnologías de comunicación interactiva entre el vehículo y otros automóviles, motocicletas, infraestructuras y peatones.

Una de las demostraciones de Honda en el ITS World Congress fue el funcionamiento del sistema de estacionamiento automático (automatic valet parking system), que permite aparcar el automóvil de modo autónomo al equipararlo con un sistema WI-FI y una cámara de visión trasera. Este sistema utiliza comunicaciones inalámbricas entre el vehículo y una serie de cámaras instaladas en las esquinas del parking, sin necesidad de instalar ningún sensor en el automóvil. Gracias a éstos, es capaz de conducir automáticamente desde el punto de entrega en las instalaciones de un parking hasta un lugar disponible y, más tarde, en el momento en que el conductor esté listo para salir, el coche será llamado y también de manera automática se dirigirá a la zona de recogida.

Reproducción gráfica del sistema de estacionamiento automático (automatic valet parking system)

Reproducción gráfica del sistema de estacionamiento automático (automatic valet parking system)

Otra prueba del desarrollo de este tipo de tecnologías son los sistemas avanzados de asistencia al conductor incorporados por Honda, un conjunto de sistemas de seguridad activa basados en sensores que utilizan una combinación de cámaras, detección por láser de corto alcance y tecnologías de radar.

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Sistema de monitorización de tráfico cruzado

La industria del automóvil no está sola ante el reto de la conducción autónoma. A nivel europeo, el proyecto Sartre (Safe Road Trains for the Environment), se dedica a investigar el potencial de la intercomunicación entre vehículos. En España, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con el Centro de Automática y Robótica de la Universidad Politécnica de Madrid, ha desarrollado el prototipo Platero, un coche autopilotado que ya circuló en pruebas por Madrid a mediados de 2012.

¿Llegaremos algún día a tener un coche capaz de conducir solo mientras leemos tranquilamente en nuestra tablet? Los ingenieros de Honda calculan que tendrán que pasar todavía unos 20 años hasta que veamos coches completamente autónomos en nuestras ciudades. Hasta entonces, lo más importante es seguir desarrollando dispositivos de reconocimiento de posición equipados con sensores, radares y cámaras, que permitan reducir riesgos teniendo en cuenta la complejidad del tráfico urbano.

No se trata simplemente de detectar obstáculos. Por ejemplo, el desplazamiento de un peatón es difícil de prever, no puede considerarse como un simple objeto. Honda estudia las pautas de comportamiento de conductores y peatones para que sus sistemas puedan tenerlas en cuenta y prevenir situaciones de riesgo.

Aún quedan muchos interrogantes tecnológicos y legales por resolver, de momento lo que es seguro es que los vehículos que ya llevan incorporados dispositivos de conducción automática contribuyen a reducir los accidentes de tráfico, la mayoría provocados por errores humanos.