febrero 16, 2021

Segunda vida: el innovador sistema de Honda para reutilizar y reciclar las baterías de sus vehículos eléctricos e híbridos

¿Qué tienen en común un teléfono móvil, un parque eólico y el nuevo Honda Jazz híbrido? Las baterías de iones de litio, una tecnología tan clave para nuestros tiempos que sus creadores recibieron en 2019 el Premio Nobel de Química.

La transición europea hacia un modelo energético más sostenible depende de la creación de una industria de baterías competitiva y sostenible. Un objetivo al cual Honda está contribuyendo gracias a su asociación con SNAM (Société Nouvelle d’Affinage des Métaux), que garantiza que las baterías de sus modelos tengan una segunda vida y, si esto no es posible, se reciclen al máximo.  Ante las expectativas de un crecimiento exponencial del parque móvil eléctrico, la circularidad de las baterías está en lo más alto de la agenda política.

Reciclaje paneuropeo

Gracias a este acuerdo paneuropeo, SNAM se ocupará de recuperar las baterías y prepararlas para que puedan ser reutilizadas y tener una ‘segunda vida’ como sistema de almacenamiento de energías renovables. En los casos en los que esto no sea posible, extraer los materiales valiosos para reciclarlos y usarlos para fabricar baterías nuevas. La expansión del acuerdo, sin embargo, permitirá que SNAM recoja las baterías de iones de litio y níquel e hidruro metálico (NiMH) de toda la red de Concesionarios Oficiales Honda. Así como de las instalaciones de tratamiento autorizadas (ATF) en 22 países, para después determinar cuáles se pueden reutilizar y cuáles se pueden reciclar.

¿Reutilizar o reciclar?

Para llevar a cabo este proceso, SNAM utiliza un transporte seguro y con bajas emisiones de carbono. Si las celdas de la batería están dañadas no es posible darle una segunda vida, y se procede a extraer los materiales de valor. Una vez extraídos, estos materiales reciclados pueden utilizarse, por ejemplo, en la producción de nuevas baterías. Otros materiales de uso común, como el cobre, el metal y los plásticos, se reciclan y se ofrecen al mercado para su uso en la producción de aplicaciones diversas.

La necesidad de desarrollar procesos de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos está generando una reacción en empresas de todo el mundo. En marzo de 2020, la empresa canadiense Li-Cycle anunció que había realizado su primera entrega comercial de materiales de batería reciclados. Poco antes, Fortum, BASF y Nornickel habían anunciado una iniciativa conjunta para recuperar metales valiosos de baterías de iones de litio.

Hacia un futuro circular

En 2021 se comercializarán en la industria de la automoción una cantidad de baterías de iones de litio 20 veces superior a la de 2010, según datos de la Unión Europea. El crecimiento del parque móvil eléctrico en los próximos años, fomentado por el gran impulso legislativo de los gobiernos europeos, aumentará todavía más el ritmo de producción. Para avanzar hacia una movilidad sostenible urge desarrollar procesos de reutilización y reciclado que eviten de forma temprana la acumulación de residuos tecnológicos.

Tanto los gobiernos locales, estatales y europeos como la propia industria de la automoción están haciendo importantes esfuerzos por acelerar la transición hacia un sistema de transporte más sostenible. Un sistema que facilite la adquisición de vehículos eléctricos y la implantación de infraestructuras de carga. Sin duda queda un largo camino por delante. Pero no hay duda de que el futuro de la automoción pasa por el desarrollo de soluciones cada vez más eficientes, limpias e integradas en una economía circular.