junio 8, 2016

No fue fácil: los comienzos de Honda

Honda nació en 1946, al año siguiente de terminar la Segunda Guerra Mundial. El espíritu de superación, la innovación y la fe en el proyecto que fueron necesarios para salir adelante marcarían para siempre el carácter de la marca. Hoy, os queremos explicar cómo fueron aquellos primeros años de Honda, tiempos agitados no sólo para la Compañía sino para el mundo entero.

Emprendedores a prueba de bombas

Las vidas de los dos grandes hombres de Honda, Soichiro Honda y Takeo Fujisawa, fueron inevitablemente construidas al ritmo de dos guerras casi simultáneas: la guerra sinojaponesa (1937–1945) y la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Los inicios de Soichiro Honda y Takeo Fujisawa

Los inicios de Soichiro Honda y Takeo Fujisawa

En 1945, Honda se encontró con la fábrica que regentaba en ruinas, como el resto del país, y decidió venderla y tomarse un año sabático. Sin duda fue un año de desesperación pero fue también clave, un año en el que el ingeniero plantó la semilla de su éxito. En 1946 Honda fundó el Honda Technical Research Institute que, un par de años después, se convertiría en Honda Motor Company, Ltd.

Paralelamente, Fujisawa luchaba su propia batalla. Tras escapar por los pelos de un ataque aéreo en 1945 y evacuar su fábrica al completo de Tokio a Fukushima, cambió su negocio para adaptarse a las necesidades de la posguerra. Pero no se quedaría allí por mucho tiempo. En 1949, poco después de haberse encontrado por primera vez con Honda, volvió a Tokio y asumió el cargo de director ejecutivo de la compañía.

Los primeros años

Pocos meses después de unirse Fujisawa a Honda y a pesar de la difícil situación económica de la posguerra en Japón y en el mundo entero, la Compañía hizo su primera ampliación de capital. Una cuarta parte de la nueva inversión la hizo Fujisawa, quien a partir de entonces fue considerado cofundador de Honda.

Lazarse a una ampliación de capital en tales circunstancias era más que arriesgado. Sin embargo era por un buen motivo, una visión compartida por los dos socios: convertir Honda en el mayor fabricante de motocicletas del mundo.

Una vez conocido el sueño que compartían sólo podían hacer una cosa: perseguirlo.

Soichiro Honda en la All Japan Motorcycle Endurance Road Race de 1955

Soichiro Honda en la All Japan Motorcycle Endurance Road Race de 1955

El Japón vencido de la posguerra

No hubo celebraciones el día en que Honda se fundó en 1948, corrían tiempos oscuros. Una ojeada a los titulares de la prensa del día nos da una idea del ambiente. «La paz se desarrolla rápidamente en Japón y Alemania», apuntaba un titular en la portada del Asahi Shimbun.  Japón, la gran derrotada en la guerra, estaba aún bajo ocupación de las Fuerzas Aliadas y el tratado de paz aún era un borrador. «Aumento de las raciones extra para los trabajadores», rezaba el titular de otro artículo, que hablaba de cambios en las raciones de comida que se daban a los trabajadores según la naturaleza de su trabajo.

Soichiro Honda a bordo de la mítica Dream C70

Soichiro Honda a bordo de la mítica Dream C70

Otras noticias publicadas nos dan una idea del contexto económico, como ahora ésta: «Los productos japoneses se acercan al estándar mundial». Y continúa en el texto: «Tres años después del fin de la guerra, todos los sectores sufren de escasez de existencias pero comienzan a aparecer productos que se acercan al estándar internacional, lo que nos trae esperanza, por ligera que sea, para la recuperación de Japón».

Una apuesta arriesgada

No fue fácil para nadie. Se podría decir que durante unos años Honda sobrevivió gracias a la fe que algunos tenían personalmente en el proyecto. La guerra de Corea, sin embargo, llegó en el momento justo, y los encargos de motores se dispararon.

Fue por entonces, cuenta Takao Shirai (ex director ejecutivo senior) que un día Soichiro Honda, habiéndole visto trabajar cayese la que cayese, se le acercó y le dijo: «Te he estado observando y me gusta tu actitud. Si te apetece quedarte en Honda, dividiré las participaciones de la propiedad y te venderé algunas acciones. ¿Qué te parece?».

La primera participación de Honda en Isle of Man, en 1954

La primera participación de Honda en Isle of Man, en 1954

Las acciones de Honda no valían por entonces ni el precio del papel sobre el que estaban impresas. Shirai volvió a casa aquella noche y le explicó la conversación a su padre, quien le dijo que si estaba seguro de su apuesta por la Compañía, él mismo le daría en dinero para comprar las acciones. Y así fue. «Imagínate cómo me sentiría hoy si hubiera decidido lo contrario!», exclama Shirai.

Por fin, el éxito

Una década más tarde, el sueño de ser el primer fabricante de motocicletas mundial se convirtió en realidad. El éxito llegó de la mano de la mítica Super Cub C100, lanzada en agosto de 1958. Fabricada sin descanso desde entonces, hoy la Super Cub C100 es el vehículo a motor con más unidades producidas de la historia (87 millones en 2014).

La campaña de marketing con la que se lanzó, bajo el lema You meet the nicest people on a Honda

La cadena de producción en la fábrica de Suzuka

La cadena de producción en la fábrica de Suzuka

–Conoces a la gente más guay en una Honda–, es un clásico caso de estudio, ya que cambió para siempre la actitud hacia la motocicleta de los americanos. En los anuncios se veía a todo tipo de gente conduciendo la motocicleta: amas de casa, padres e hijos, parejas de jóvenes… Honda había conseguido, por primera vez, que la moto se viera como un medio de transporte cotidiano y cómodo: Y, lo más importante de todo: socialmente respetado.

Honda, la industria y la movilidad urbana habían cambiado para siempre.