agosto 17, 2016

Historia del Hondamatic, 2ª parte: patentes, Honda y el espíritu inventor

Hace unos días, en la primera parte de este post, explicamos cómo Honda se vio abocada por las circunstancias a fabricar su propia transmisión automática, la Hondamatic. Pero la historia de tesón, trabajo en equipo y esencia de la ingeniería del Hondamatic no termina con su debut a bordo del N360 en 1967. Tras el lanzamiento, Honda se vio cuestionada tanto por la industria como por la prensa. Todos esperaban algún tipo de conflicto de patentes, costaba de creer que Honda hubiese creado un sistema desde cero.

Ante las aparentes ganas de los periodistas de destapar algún tipo de infracción de patentes, Soichiro Honda, fundador de la compañía y por entonces presidente, respondió tajantemente: si alguien reclamaba, Honda estaba segura de que ganaría el pleito.

«Haremos las cosas a nuestra manera»

Poco antes, cuando el Hondamatic aún estaba en pleno desarrollo, Soichiro Honda había expresado su punto de vista respecto a las patentes en la edición de abril 1966 del newsletter corporativo, una manera de pensar que sin duda influyó en el éxito de la compañía:

“Nosotros (Honda) renunciamos a depender de otros. No copiaremos productos externos, ni pagaremos derechos por utilizar las patentes de otras compañías. Tampoco es nuestro objetivo tener el apoyo del gobierno. Lo quiero dejar bien claro: haremos las cosas a nuestra manera”.

Con pies de plomo

Pero lo cierto es que ni Torao Hattori, jefe de desarrollo del proyecto, ni nadie en el equipo de desarrollo del Hondamatic podía estar 100% seguro de no haber infringido alguna patente. La dificultad de crear un sistema completamente desde cero sin usar tecnología de otras marcas era obvia, por lo que Honda destinó buena parte de los esfuerzos de desarrollo a visitar regularmente y consultar exhaustivamente los archivos del Centro de Información de Patentes de Osaka, Japón. ¡Hasta Hattori se acercó a Osaka durante fines de semana y vacaciones!

El empeño, el esfuerzo y la meticulosidad finalmente dieron su resultado, y en 1971, tres años después del lanzamiento del N360 automático, la patente del Hondamatic se aprobaba en Japón. Al año siguiente, Honda obtuvo los derechos de patente en Alemania, a la que siguieron Estados Unidos, Reino Unido, Italia y Francia.

El éxito es valiente

Fueron diversos factores los que llevaron a Honda al éxito, tanto en términos de desarrollo tecnológico como de propiedad de patentes. Pero hay uno que quizá destaca de entre todos ellos: el coraje.

Cuando Hattori y su equipo empezaron a trabajar en el desarrollo de una transmisión automática propia, sabían que no sería fácil. Sabían, también, que el único método posible era el de prueba-error, y que, como un día dijo Soichiro Honda, «El éxito es el 1 % construido sobre una base de 99% de fracaso». El fracaso es, pues, el camino, no hay por qué tener miedo.

Desde entonces, el Hondamatic ha sido adaptado para su uso en múltiples modelos de la compañía. El sistema de control hidráulico y el axis paralelo, dos de las características centrales del Hondamatic original, marcaron tendencia en el sector y aún hoy siguen vivas y coleando.