octubre 20, 2016

El viaje de Soichiro: 20 citas para entender la mente del fundador de Honda (I)

Visionario, pionero, soñador. La personalidad de Honda hoy debe mucho al espíritu del hombre que la fundó, Soichiro Honda. De carácter peculiar y siempre dispuesto a hacer las cosas a su manera, Honda se mostró a menudo abierto a compartir los principios y creencias que le llevaron al éxito empresarial. Hoy os dejamos aquí algunas citas que ayudan a entender la mente del empresario y la multinacional a la que dio nombre.

Honda nunca fue un gran amigo de la educación convencional. “Los diplomas no valen ni el papel sobre el que están impresos”, solía decir. O “si la teoría promoviera la creatividad los profesores habrían sido los inventores”. Para él, la práctica era el único camino hacia el aprendizaje. A los 15 años, Honda abandonó sus estudios y se trasladó a Tokio como aprendiz en Art Shokai, uno de los talleres mecánicos más prestigiosos del momento en Japón. Los dueños, los hermanos Sakakibara, diseñaban coches de carreras durante la noche, y Honda se convirtió en su aprendiz estrella, y en su piloto mecánico. Con ellos diseñó y construyó el Curtiss, el coche de carreras que en 1924, cuando Honda tenía tan sólo 18 años, ganó el Campeonato de Japón. Aunque más tarde, ya con un negocio entre las manos, Honda se decidió a volver a la universidad, la historia no terminó bien. Honda fue expulsado al negarse a hacer el examen: lo que le interesaba eran los conocimientos, no el diploma. “Me sentía como un hombre hambriento al que obligaban a escuchar largas lecciones sobre las leyes de la dieta y sus efectos en lugar de darle algo de comer”, explicaría más tarde.

Una de las ideas que Honda repitió sin descanso como fundador de una compañía de éxito fue el valor del fracaso. “El éxito representa el 1% de tu trabajo, y es el resultado del otro 99%, que llamamos fracaso”. Dicho de otra manera, el fracaso es el camino necesario que hay que recorrer hasta llegar al éxito, así que de hecho forma parte del éxito. “Cuando fracasas, aprendes cómo no fracasar”, decía. “A mí me encanta cuando planeo algo y fracasa. Mi mente se llena con ideas de cómo puedo mejorarlo”, explicaba.

La historia de cómo se creó la Hondamatic, la transmisión automática que los ingenieros de Honda diseñaron desde cero en los años 60, es una de las muchas aventuras de la compañía que ilustran esta filosofía del valor del fracaso. Sin la experiencia ni la tecnología necesarias, y sin referentes en el mercado para el objetivo que la marca se había propuesto, el equipo de desarrollo del Hondamatic sabía que no quedaba otra que iniciar un proceso de prueba-error, que sin duda tomaría su tiempo y traería muchos fracasos antes de que pudieran empezar a vislumbrar el éxito.

Para Soichiro Honda había “tres cualidades que conducían al éxito: el coraje, la perseverancia, y la capacidad de soñar”. “Cuando una persona cree profundamente en algo, esto le permite encontrar una fuerza interna inmensa para superar todos sus fracasos”. Esta filosofía tuvo una gran influencia en el trato a los empleados de la compañía, cuyo fundador estaba profundamente convencido que lo fundamental para el éxito de una empresa no era tener capital financiero, sino buenas ideas, o dicho en otras palabras, sueños. Y para que las ideas y los sueños, que nacen en la mente de las personas con talento, se hagan realidad, es necesario ofrecer la libertad necesaria para experimentar, apoyar la iniciativa personal y los procesos creativos. Esto es lo que el Sr. Honda llamaba “la satisfacción de crear”. “La gente no va a sacrificarse por la empresa. Vienen a trabajar a la compañía para disfrutar, y es ése el sentimiento que conducirá a la innovación”, concluía.

“Si sólo contratas a gente que entiendes, la empresa nunca atraerá a gente mejor que tú. Recuerda siempre que a menudo las personas excepcionales se encuentran entre aquellas que no te gustan especialmente”.

Un ejemplo de esto es quizá el propio co-fundador de Honda, Takeo Fujisawa. De personalidad y talentos radicalmente diferentes a los de Honda, tras su primer encuentro en 1949 Fujisawa se convirtió rápidamente, en director ejecutivo y poco después en co-fundador. “Él tiene lo que yo no tengo”, explicaba Honda, a lo que en algún momento añadió: “Si hubiera tenido que dirigir la empresa yo, la habría llevado a la bancarrota rápidamente”. Y es que hay un proverbio japonés que dice: “alza la vela con tu mano más fuerte”, lo que viene a significar que cada persona tiene talentos diferentes, y debe trabajar en proyectos en los que sus habilidades son más fuertes.

¿Y tú? ¿Con qué cita te quedas? Si conoces alguna cita de Soichiro Honda que no hayamos utilizado y que te haya inspirado alguna vez, ¡déjanosla en los comentarios!