febrero 21, 2017

Honda Jazz, modelo de máxima seguridad en el 20 aniversario de Euro NCAP

Disfrutar la volante, sí, pero de forma segura. A lo largo de la historia de la automoción, la seguridad ha sido una de las principales preocupaciones tanto de los conductores como de los fabricantes y los gobiernos.

Euro NCAP («Programa Europeo de Evaluación de Automóviles Nuevos»), probablemente uno de los organismos que más ha contribuido al desarrollo de la seguridad del parque automovilístico europeo, ha celebrado su 20 aniversario con un test muy especial, que pone de manifiesto los avances conseguidos en materia de seguridad. Como proclama el vídeo publicado con motivo de la celebración, «ahora tienes dos veces más posibilidades de salir vivo de un accidente que en 1997».

Se calcula que las famosas estrellas Euro NCAP, hoy en día el medidor más fiable de seguridad en Europa, han salvado 78.000 vidas desde que este organismo independiente comenzó a realizar sus test de impacto en vehículos en 1997. Desde entonces, Euro NCAP lleva 1.800 coches estrellados, más de 630 calificaciones de vehículos publicadas y 160 millones de euros invertidos.

El método de siempre

Con motivo del aniversario, y para mostrar la evolución de la industria automovilística en términos de seguridad, Euro NCAP ha reproducido la primera prueba de choque de su historia, con los criterios actuales y siguiendo el método habitual de impacto frontal: prueba de tipo descentrado (off-set), a 64 km/h, contra una barrera deformable.

Para ello ha escogido como protagonistas dos modelos antagónicos: un Honda Jazz de 2017, que en esta ocasión representa a los coches más seguros del mercado y de la historia, y un Rover 100 de 1997, el mismo modelo que hace dos décadas, siendo el coche más vendido del año en el Reino Unido, tan sólo obtuvo una de las cinco ansiadas estrellas del organismo, y dejó de fabricarse al año siguiente.

Rover 100 1997 VS Honda Jazz 2017: cómo hemos progresado

No había lugar para sorpresas en el resultado. El Honda Jazz superó la prueba con facilidad y representó a la perfección la apuesta histórica de la marca por la seguridad. Y es que a principios del año pasado el Jazz ya recibió la máxima calificación de Euro NCAP del segmento B, tras obtener la máxima valoración de 5 estrellas en las pruebas convencionales de 2015 (93% en protección de adultos, 85% en seguridad de niños, 73% en protección de peatones, 71% en sistemas automáticos de asistencia en seguridad).

euroncap

El Rover 100, como era de esperar, tuvo resultados muy diferentes, y dejó en evidencia los avances hechos hasta el momento en la construcción de vehículos. El conocido como «pilar A» absorbió toda la fuerza del impacto, y se dobló como si fuera de plastilina. Esto, sumado a la baja efectividad del airbag, resultó en importantes daños y bajas posibilidades de supervivencia en el dummie, el muñeco que representa a los pasajeros.

El poder de los sueños

Hoy, las pruebas del Euro NCAP son referencia absoluta en términos de seguridad de un vehículo, y son utilizadas como una información fundamental  tanto por los fabricantes, que toman buena nota para mejorar el desarrollo del producto, como por los consumidores, para los que constituyen un importante factor a la hora de tomar decisiones de venta.

Pero no fue siempre así. Los sueños, al principio, siempre parecen imposibles. Cuando en febrero de 1997 Euro NCAP, organismo creado con el apoyo de varios gobiernos europeos, presentó sus primeros resultados, los fabricantes de automóviles pusieron el grito en el cielo. Y no es de extrañar: los criterios de evaluación del nuevo sistema apuntaban muy alto y parecía imposible que ningún vehículo pudiera alcanzar ni siquiera cuatro de las cinco estrellas. En la siguiente prueba, sin embargo, llegó el primer modelo en conseguir la clasificación de cuatro estrellas, y en 2001 el primero en alcanzar las ansiadas cinco estrellas Euro NCAP.

Hemos avanzado mucho, no queda ninguna duda. Como tampoco queda ninguna duda de que aún queda mucho camino por recorrer, y muchos sueños por alcanzar.