marzo 31, 2021

Cómo conducir un vehículo electrificado para sacarle el máximo partido

El Honda e, el Honda Jazz, el HR-V… la familia de modelos electrificados de Honda no para de crecer. Una muestra evidente del auge de su popularidad. Más sostenibles, más verdes, más ágiles y tanto o más cómodos. Por eso, si estás planteándote dar el salto sostenible, no lo dudes, ¡te damos unas pinceladas básicas para cuando te pongas al volante!

Una primera distinción

El año 2020 supuso un punto de inflexión para los modelos electrificados. La primera vez que los modelos híbridos y enchufables superaban al diésel en el mercado europeo. Por eso, lo primero que debes saber es que hay dos tipos de coche electrificados: los híbridos y los 100% eléctricos.

Los coches 100% eléctricos, como el Honda e, se impulsan a través de energía totalmente eléctrica alimentada a través de baterías. Estas se pueden cargar a través de cualquier fuente de alimentación disponible, o a través de la propia conducción del automóvil. Aprovechan la desaceleración para realimentar su uso energético. Ahorrando coste energético y mejorando enormemente la eficiencia energética.

Los coches híbridos, como el Honda Jazz o el Honda Crosstar, también cuentan con baterías y motor eléctrico… pero siguen gozando de los sistemas de combustión clásicos para añadir un plus de potencia. Además, permiten optimizar mejor los sistemas de recarga a través de la experiencia al volante, en los cambios de marcha y una conducción fluida.

Una nueva experiencia

Lo primero que necesitas saber es que no necesitas un permiso o licencia específico de conducción. Subirse al volante supondrá una experiencia familiar, muy cercana a conducir un vehículo con marchas automáticas. Mismos métodos, mismas prestaciones, pero presta especial atención, porque la experiencia será completamente diferente.

Cuando enciendas el motor ya lo notarás. Sutil pero omnipresente, su silencio en el arranque. La única señal perceptible será la puesta en marcha del panel de comandos. Y si lo haces en un Honda Jazz, disfruta de su visión panorámica. Al poner la marcha D -cómo en los modelos automáticos-, el coche arrancará al pisar el pedal. Y seguirás disfrutando del silencio. Es más, su silencio es tal que los modelos eléctricos tienen establecido un sonido artificial de 12mph para que los peatones puedan detectarlos.

Pongamos el foco en los pedales. O mejor dicho, en el pedal si conduces un Honda e. Porqué sólo te hará falta uno. Con un único pie podrás gestionar la velocidad del vehículo. Cuando levantes suavemente el pedal, las ruedas empezarán a mandar energía para realimentar la batería, generando cierta resistencia en los neumáticos que frenarán el coche. Por lo demás, disfruta del asfalto como siempre.

Sistema de carga

Fácil, simple y desde cualquier parte. Podrás enchufar tu vehículo eléctrico en cualquier punto de acceso doméstico. Tardarás 16 horas para una carga completa, o 6 si tienes instalado la estación de carga en casa. Y si es el Honda e, disfrutarás de un modo de carga rápida hasta el 80% de su capacidad en tan sólo 30 minutos. Además, España dispone de una de las redes de carga eléctrica más extensas del mundo y la mayoría de garajes públicos cuentan con estaciones de carga para alimentar tu coche mientras está estacionado. Es más, los números hablan por sí solos, una carga completa tiene un coste energético de aproximadamente 4 euros. En contraste, los vehículos híbridos siguen necesitando combustible, pero tienen un sistema de recarga energética a través de su conducción y asistencia al motor eléctrico.

Por poner un ejemplo, el Jazz consigue una gran eficiencia en el consumo de combustible, que tu bolsillo agradecerá. Mientras que en las largas distancias la energía eléctrica aporta versatilidad, ahorro de energía y una reducción de las emisiones, es en las cortas donde saca todo su potencial. Menos coste, menos carga, menos gasolina.

Puesta a punto

Los coches eléctricos, al no disponer de motores de combustión, agilizan el proceso de mantenimiento del vehículo. Nunca tendrás que preocuparte por el cambio de aceite, la retroalimentación energética alargará exponencialmente la resistencia de los frenos, entre otras muchas facilidades… en definitiva, disfrutarás de mayor autonomía.

Si has llegado hasta aquí, tu única duda debe ser si híbrido o eléctrico. No lo dudes y deja de darle vueltas. Súmate al cambio y disfruta de una nueva conducción, silenciosa, suave, cómoda, gratificante y sostenible con el entorno.