La presión de los ciudadanos y de los gobiernos por reducir las emisiones procedentes del transporte está impulsando la innovación y expandiendo los límites de lo posible en la lucha contra el cambio climático y por la calidad del aire en las grandes ciudades. No hay otro camino. No hay tiempo que perder.
Llegar más lejos
La decisión de Bruselas está en línea con lo que ya plantea España en su nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética, un marco legislativo que impulsará la descarbonización de la economía española para 2050. El decidido impulso del parque renovable, y especialmente la apuesta por la movilidad eléctrica, forma parte del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030. Estas regulaciones contribuirán a que España se sitúe a la altura de otros países europeos más avanzados en este aspecto.
El compromiso de Honda con el medio ambiente y la sostenibilidad viene de lejos. Según el fundador de la compañía, Soichiro Honda, hay “tres cualidades que conducen al éxito: el coraje, la perseverancia, y la capacidad de soñar”. Más que nunca, hoy debemos reunir el coraje de seguir soñando y atrevernos a apostar por la movilidad sostenible.
El espíritu Honda Civic
La situación actual recuerda a la de los años 70 del siglo pasado, cuando la contaminación atmosférica amenazaba ya seriamente a las grandes ciudades norteamericanas. Los ciudadanos reclamaban poder respirar aire limpio y Honda fue una de las pocas firmas que colaboró desde el principio con las instituciones para encontrar soluciones al problema. Frente a este reto, los ingenieros de Honda, que por entonces aún era una empresa relativamente pequeña, desarrollaron el motor CVCC, el primero en cumplir con la estricta normativa establecida en la Clean Air Act californiana.
En aquella ocasión, el resultado de la presión política y ciudadana llegó en 1972: la primera generación del hoy mítico Honda Civic. Equipado con el nuevo motor CVCC, fue el primer coche del mundo en cumplir con la estricta normativa de la Agencia de Protección Medioambiental americana (EPA), que limitaba radicalmente el consumo de combustible, un requisito que la industria de la época había estimado imposible.
Valentía en tiempos de cambio
Con el Civic original, Honda demostró así que sí que era posible cumplir con los límites que impuso la EPA, tan criticada por los fabricantes en su momento. El Civic de 1972 obtuvo las clasificaciones en ahorro de combustible más altas de la organización durante cuatro años seguidos.
De un reto político que parecía imposible de cumplir nació uno de los mejores automóviles de Honda. Un caso que sin duda conviene recordar en el contexto actual, en el que estamos asistiendo a una presión cada vez mayor de la ciudadanía y de las autoridades españolas, europeas y globales para acelerar la electrificación del parque móvil. Toca ser valientes y sumar esfuerzos. ¿Y tú? ¿Cuándo vas a pasarte a la movilidad sostenible? Si aún te lo estás pensando, no te pierdas el post Adelantarse al futuro: todo lo que necesitas saber sobre el coche eléctrico.