mayo 27, 2013

Tierras raras: el precio geopolítico de la movilidad verde

La apuesta por una movilidad más eficiente y respetuosa con el medio ambiente ha guiado a la industria automovilística en los últimos años. Honda, pionera en este ámbito, lleva décadas investigando y desarrollando sistemas de propulsión híbridos, como el del Honda Insight, y eléctricos, como el del Honda FCX Clarity, que nos permiten desplazarnos de una forma más limpia.

El camino, sin embargo, no está libre de obstáculos. Para fabricar coches híbridos y eléctricos, y también otros productos de nuestra vida cotidiana como ordenadores y móviles, se necesitan una serie de minerales que se extraen de la naturaleza. Y como ocurre siempre con las materias primas, se encuentran en cantidades limitadas y concentradas en determinadas zonas geográficas, lo que provoca luchas geopolíticas y riesgos para la industria y para el consumidor. Consciente de este problema, Honda ha comenzado el primer proceso de reciclaje de este tipo de minerales, conocidos como “tierras raras” (ver nota al final del artículo), del mundo.

Las llamadas “tierras raras” son un conjunto de 17 minerales (escandio, itrio, lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio) imprescindibles no sólo para la industria automovilística sino también para la militar, la informática, la telefonía móvil o las energías alternativas.

Lo más preocupante es que el 96% de la producción de estos minerales se realiza en China. Hasta ahora, China los ha exportado a precios relativamente bajos, lo que ha permitido desarrollar tecnologías avanzadas a un coste razonable, pero esto podría cambiar. De hecho, en los últimos años el país asiático ya ha restringido su extracción y exportación, lo que ha provocado una escasez de estos minerales en el mercado y, en consecuencia, un incremento en los precios.

Mina de tierras raras de Bayan Obo (China)

Mina de tierras raras de Bayan Obo (China)

Aunque el gobierno chino defiende que la regulación responde a motivos medioambientales, la Unión Europea, Estados Unidos y Japón ya denunciaron esta situación ante la Organización Mundial del Comercio.

Es muy probable que los conflictos geopolíticos entorno a esta cuestión se intensifiquen en los próximos años. Para no poner en riesgo los avances tecnológicos conseguidos, es necesario seguir innovando mientras se toman medidas como el proceso de reciclaje de “tierras raras” de Honda.

Nota: “Tierras raras” es una traducción confusa del término inglés ‘rare earth metals’, ya que las materias a las que hace referencia no son ni tierras (son minerales) ni raras (no son especialmente escasas, pero se encuentran en pequeños depósitos y mezcladas con otros elementos).