diciembre 10, 2014

Persiguiendo la belleza: el puente entre la ingeniería y la artesanía

¿Qué separa la ingeniería del arte? Probablemente poco, quizás nada. Puede que sólo un prejuicio, o la falta de tiempo para dejar la mente libre y dar poder a las manos para crear y dar forma a las ideas que fluyen. Esta es la lección que transmite el simposio y exposición “La mano piensa, la mano crea” celebrado en Roppongi, Japón, que puede verse también online. El evento reunió este verano la experiencia y el resultado de los talleres de artesanía en madera que Honda organiza con sus equipos.

Ukeleles, máscaras de Noh, canoas, pajareras…Los ingenieros y diseñadores de Honda entienden bien lo que quiere decir el lema que subyace tras los talleres: “la artesanía no está tan lejos del diseño de coches”. “Para nosotros no es una pareja de extraños”, explicaTakeshi Yamaguchi, Líder de Proyecto parael Honda Design Woodcraft Symposia, sobre la relación de la artesanía con el diseño de coches. El objetivo, a la vez simple y ambicioso, es ofrecer a los trabajadores la oportunidad de aprender sobre el concepto universal de belleza, y explorar sus propias capacidades a través de técnicas artesanales tradicionales. “La persecución de la belleza tiene mucho que ver con el proceso de fabricar automóviles”, asegura Yamaguchi.

Ukelele de Tatsuya Tomotoshi

Ukelele de Tatsuya Tomotoshi

“En el caso de las máscaras de Noh”, cuenta Yamaguchi, “cada año enviamos a unos cinco de nuestros modelistas al taller de un artista especializado en Kyoto. Allí aprenden a hacer máscaras con las técnicas tradicionales durante tres semanas, y de esta experiencia crean algo nuevo. Es ya el quinto año que lo hacemos”.

Muchos de los talleres se basan en la colaboración entre trabajadores veteranos y jóvenes modelistas. Hoy en día los modelos y maquetas en la industria de la automoción se hacen de plástico, pero no hace mucho aún se hacían de madera. Honda revisita continuamente este pasado reciente, esta especie de artesanía industrial, para inspirar a los jóvenes diseñadores, muy acostumbrados a diseñar con ordenadores. Así nació una de las estrellas de la exposición: un maravilloso modelo del Accord en madera.

Modelo tallado en madera por los ingenieros de Honda

Kiyoshi Watanabe, primera generación del Accord

Por supuesto que la artesanía tradicional requiere un aprendizaje, y no es fácil. Pero aprender estas técnicas no es el objetivo, sino el medio, de esta iniciativa de Honda. “Lo importante es que piensen por ellos mismos, y que construyan algo ellos solos. Son necesarias las técnicas tradicionales para que se desarrollen nuevas capacidades y métodos”, explica Yamaguchi.

Kiyoshi Watanabe, primera generación del Accord

Kiyoshi Watanabe, primera generación del Accord