GP de Austria: otra dura prueba al tesón de McLaren- Honda

Empeño. Confianza. Concentración. Cuando te pones un reto ambicioso tienes que contar con las innumerables pruebas y obstáculos que tendrás que superar hasta cumplir tu objetivo. Si mantienes el coraje y el tesón, es cuestión de tiempo que llegues allí donde querías llegar.

El Gran Premio de Austria de este fin de semana fue otra dura jornada para McLaren-Honda, tras la cual sólo queda repetir el mantra, a pesar de que a algunos se les haga repetitivo, y seguir trabajando.

Fernando Alonso y Jenson Button salieron desde las posiciones 19 y 20 respectivamente, y en la octava vuelta ya estaban los dos fuera de la competición. Fernando sufrió un espectacular choque en la primera vuelta, cuando Kimi Raikkonen perdió el control de su Ferrari al salir de la segunda curva. El Safety Car salió a la pista y Fernando se retiró: fin de la jornada.

Jenson aprovechó el tiempo del Safety Car para entrar en boxes y prepararse para hacer la carrera de un tirón. Cumplió también con su penalización de 10 segundos establecida ayer. Todo parecía bien preparado para una carrera satisfactoria, hasta que los ingenieros le ordenaron la retirada: un fallo en el sensor del sistema de toma de aire obligó a tomar esta precaución. “No había nada roto en el coche, pero algo no iba bien”, explicó el británico, “para este fin de semana instalamos un motor completamente nuevo, no convenía dañarlo innecesariamente”.

Tanto Fernando como Jenson son conscientes del papel clave que tienen sus palabras en mantener altos los ánimos de todas las personas que tienen detrás. Jenson lo expresó ayer así: “Todo el mundo en fábrica escucha nuestras entrevistas después de la carrera, y tanto Fernando como yo queremos mantener a todos motivados. Estamos en una buena posición, porque sabemos de lo que este paquete tecnológico es capaz, así que esperamos que nos mantengamos fuertes”.

Por su parte, Fernando añadió: “Lo único que necesitamos para seguir adelante es trabajo en equipo”. Y como si oyera la voz del oráculo concluyó: “soy optimista porque sé que nuestra suerte cambiará muy pronto”. Hay que creer, no hay otro camino.