mayo 13, 2016

El Honda Jazz eléctrico, a prueba II: ¿cómo introducir coches eléctricos en islas en vías desarrollo?

En octubre de 2015 Honda dio el pistoletazo de salida a uno de los proyectos de mayor envergadura de la Compañía: la puesta a prueba del Jazz eléctrico en un país en vías de desarrollo, junto a un sistema de estaciones de recarga con energía solar, en una demostración que pretende convertirse en un modelo a nivel mundial.

En el post «El Jazz eléctrico a prueba: trabajo de campo en el corazón del cambio climático (I)» os explicábamos cómo empezó el proyecto y las particularidades y relevancia del escenario escogido: las Islas Marshall, en el océano Pacífico, uno de los territorios del planeta donde no sólo los retos energéticos son mayores debido a su aislamiento sino también uno de los lugares que está sufriendo las consecuencias del cambio climático global con más intensidad.

Pero … ¿cuál es el plan de Honda en las islas?

La iniciativa –llevada a cabo con el apoyo tanto del gobierno de las Islas Marshall como del Ministerio de Economía, Comercio e Industria japonés– pretende introducir una pequeña flota de Honda Jazz eléctricos y una serie de Honda Power Charger, esto es, sistemas de recarga de corriente alternativa capaces de generar y funcionar con energía solar). Además, como parte del plan, se incluye también la mejora de la infraestructura de recarga y la formación de talento local que permita continuar con la introducción de un parque eléctrico.

jazz

El Honda Jazz eléctrico es una realidad en las Islas Marshall

 

El objetivo es doble o incluso triple. Por una parte, Honda consigue un escenario ideal para poner a prueba su Jazz eléctrico. De otra, el proyecto contribuye a la autosuficiencia y a la seguridad energética de las islas, lo que supone también una reducción de precios de la energía y del transporte para la población. Además, la entrada en escena de Honda supone un impulso al plan de energías renovables del gobierno local que, dado su nivel de vulnerabilidad frente al cambio climático, está tratando de acelerar su recorte de emisiones de CO2.

Del estudio a la acción

Tras el estudio de campo realizado que ya os contamos y la aprobación oficial del proyecto, la siguiente fase fue crear un equipo de especialistas procedentes de las diferentes divisiones de la Compañía.

Las negociaciones continuaron y para el verano ya estaba listo el acuerdo de colaboración: Honda cedería tres unidades del Honda Jazz eléctrico al gobierno de las islas y cuatro sistemas de recarga que se instalarían en las correspondientes estaciones recientemente construidas. Además, la firma japonesa se comprometía a facilitar equipamiento y asistencia para el desarrollo de recursos humanos en el sector capaces de llevar a cabo el mantenimiento tanto de los coches como de las infraestructuras.

El desembarco del Jazz eléctrico contó con la presencia de las principales autoridades de las Islas Marshall, su embajador japonés y representantes de Honda

El desembarco del Jazz eléctrico contó con la presencia de las principales autoridades de las Islas Marshall, su embajador japonés y representantes de Honda

A mediados de septiembre, todo el material estaba listo para embarcarse en un viaje de 4.500 kilómetros a través del océano. Unos cuantos días más tarde, Majuro, la capital del país, recibía la tecnología de Honda necesaria para construir las cuatro estaciones de recarga solar, ¡no sin antes superar retrasos e incidencias!

Pero pronto el proyecto empezó a rodar a buen ritmo. Los trabajadores locales, junto a los ingenieros de Honda, construyeron la primera estación en tres días y medio. La segunda, en la mitad de tiempo, y las dos últimas en incluso menos tiempo.

Análisis en tiempo real

Una vez puesto en marcha el sistema de recarga de vehículos en las estaciones, el siguiente paso era obvio: establecer un sistema de recogida de datos, información sobre el estado de la batería o la localización del vehículo, desde los tres coches en pruebas. Todos los datos se transmiten a un servidor en la nube a través de tecnologías de comunicación instaladas en las cuatro estaciones de recarga. El equipo en Japón, a su vez, se encargaría de monitorizar los datos en tiempo real, analizarlos y proponer soluciones cuando fuera necesario. Después de no pocos problemas y adaptaciones, el sistema al completo estaba por fin listo para comenzar la fase de prueba.

Mirando al futuro

Mientras los ingenieros dirigían la construcción de las estaciones de recarga, otro equipo de Honda desembarcó en las islas tropicales con una misión aún más importante si cabe: instalar la tecnología necesaria para los servicios de mantenimiento de los coches y del sistema y ofrecer formación básica a los técnicos locales para garantizar la continuidad del proyecto.

Las investigaciones previas de Honda habían desenmascarado al que sería el enemigo número uno: los vientos húmedos del Pacífico, una pesadilla para el mantenimiento de la carrocería de los coches. Honda respondió contundentemente: ¡la cabina de espray que la Compañía instaló en las islas es un espacio en forma de acordeón en la que cabe un coche entero!

La hora de la verdad

Para arrancar la fase real de pruebas, Honda creó una empresa para ayudar al gobierno isleño en el reto que supone tener una flota de vehículos eléctricos en circulación. Bajo el nombre de Marshalls Japan Construction Company (MJCC), la empresa local bajo mando japonés se encargaría de ofrecer todos los servicios relacionados con los coches eléctricos.

Todo estaba listo para comenzar la misión. El reto real había empezado. ¿Logrará Honda establecer una infraestructura suficientemente sólida como para que la introducción del parque móvil eléctrico sea sostenible? ¿Podrá el proyecto, en efecto, contribuir a la autosuficencia energética de la isla y a su plan de reducción de emisiones? ¿Se convertirá esta iniciativa en un ejemplo global de lucha contra el cambio climático? ¡Os tendremos informados! Nosotros confiamos y creemos que sí.