abril 4, 2017

Kawashima, el primer ingeniero de Honda

«De momento no puedo permitirme pagar un salario de graduado universitario», cuentan que le dijo el fundador de la compañía Soichiro Honda, sentado a su lado en el kotatsu, la mesa camilla tradicional japonesa, de su casa. Y que él respondió simplemente: «No me importa». Hoy os contamos la historia de Kiyoshi Kawashima, el actual Asesor de Honor de Honda y el que fue el primer ingeniero que trabajó para Honda. Así terminaba esta peculiar entrevista de trabajo, y al día siguiente, Kawashima empezaba a trabajar.

Corría el año 1947, tiempos duros tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, y apenas había pasado un año desde la fundación del Honda Technical Research Institute que, un par de años después, se convertiría en Honda Motor Company, Ltd. Kawashima tuvo mucha suerte de dar con Honda. Él mismo explicaría más tarde: «Sinceramente, era el año 1947, ¿no? El desempleo estaba por las nubes. En aquel momento no me importaba qué salario iba a tener, sólo quería trabajar como ingeniero y Soichiro Honda era un ingeniero bien conocido en Hamamatsu».

La primera misión

Kiyoshi Kawashima

Kiyoshi Kawashima

Kawashima llegó cuando el negocio consistía básicamente en vender pequeños motores auxiliares para instalar en bicicletas, una solución ideal para el transporte de posguerra que Soichiro Honda había ideado a partir de un excedente de motores de radio militares, como ya os contamos en el post Honda: Todo empezó con un motor de radio atado a una bicicleta. «Cada lunes nos llegaban unos diez motores, entonces yo les quitaba el generador y los desmontaba. El martes limpiaba todas las piezas. Miércoles, jueves y viernes trabajaba en las piezas y el sábado los volvía a montar. El sábado por la tarde, instalaba los motores en las bicicletas y las sacaba a hacer pruebas, bueno, las hacía circular arriba y abajo en una colina del barrio», contaba Kawashima entre risas años más tarde.

«Más o menos al mismo tiempo que yo terminaba este proceso, ya había un gran grupo de vendedores, lo que hoy llamaríamos distribuidores, esperando en la puerta. Algunos tenían una pinta muy sospechosa como de comerciantes del mercado negro», explicaba el ingeniero. Y seguía: «Se metían unos dos motores cada uno en la mochila y se los llevaban a Tokio, Osaka… por todo el país. Después de pagarnos por adelantado». Cuando las cosas iban de esta manera, Kawashima se ponía contento: «En cuanto veía el fajo de billetes pensaba ‘parece que este mes sí que cobraré, mi salario no se retrasará’», recordaba.

Aprendiendo del genio

A mediados de 1947, como era obvio, el excedente de motores de radio militares Mikuni descartados por el ejército que la compañía había adquirido a precio de ganga para instalarlos en bicicletas, se estaba agotando. El siguiente paso era evidente: Kawashima y su equipo tendrían que desarrollar y fabricar su propio motor, un motor 100% Honda.

Kawashima recuerda cómo era trabajar con Soichiro Honda. «Él aprendió muchísimo haciendo trabajo de verdad con máquinas de verdad», comentaba, «no sólo tenía conocimiento teórico, era un total experto en tareas prácticas como soldar y forjar. Los que sólo habíamos estudiado estas cosas sobre papel desde un punto de vista académico simplemente no podíamos competir»

Testigo de la historia

Tras meses de trabajar sin descanso, al fin nació el A-Type, el primer producto que llevó el nombre de Honda. Clientes de toda la ciudad y de los alrededores llegaban al taller con sus bicicletas para que les instalaran el nuevo modelo. Diversas tiendas de bicicletas comenzaron a vender modelos con el A-Type ya instalado, y la ciudad de Hamamatsu, con más de 40 fabricantes inspirados por Honda, se convirtió en el centro de fabricación de este tipo de motores auxiliares en Japón.

Honda A-Type

Honda A-Type

Un año más tarde, tras formar parte de estos pequeños éxitos al lado de Soichiro Honda, Kawashima sería testigo del nacimiento de la multinacional hoy famosa en el mundo entero. En 1948, tras rebautizarse con el actual nombre de Honda Motor, la compañía lanzaba la D-Type, conocida por el sobrenombre de «Dream», que se marcaría el despegue de los modelos Honda. Una década más tarde, con el lanzamiento de la mítica Super Cub C100 en 1958, Kawashima ya trabajaba para el primer fabricante de motocicletas mundial.

Honda Dream D-Type

Honda Dream D-Type