octubre 18, 2018

Cinco generaciones del CR-V: una historia de éxito

La 120ª edición del Salón de París cierra sus puertas, y entre todas las novedades de Honda, los asistentes probablemente se han quedado con una en especial: el CR-V Hybrid, la última evolución del SUV más vendido del mundo, presentada por primera vez en Europa.

Veintitrés años han pasado desde que Honda innovara mundialmente estrenando la categoría SUV con el primer CR-V. Tras la presentación de la quinta generación del Honda CR-V (en su versión de gasolina) en el Salón del Automóvil de Ginebra el pasado mes de marzo, Honda sigue reafirmando su liderazgo mundial en este segmento. Un sector en auge que, según todas las previsiones, seguirá creciendo en los próximos años.

Pero… ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Antes del CR-V

En los años 80, Honda lanzó el que se considera el precursor del CR-V, un modelo llamado Honda Civic Shuttle 4WD. Se trataba básicamente de un Civic con una posición de conducción ligeramente elevada, guardabarros más grandes y la gran novedad del momento: ¡tracción a las cuatro ruedas!

Una segunda generación de este modelo, conocida como Beagle, «el sabueso», llegó a finales de la década con una mayor distancia al suelo, tracción total e incluso placas de deslizamiento bajo el chasis. Sin duda los ingenieros de Honda, que diseñaban lo que sería el precedente de uno de los modelos más populares de la marca de todos los tiempos, ya olían que estaban desarrollando una gran idea.

Primera generación  (1995-2001)

Y entonces llegó el CR-V, abriendo las puertas al nuevo segmento de los SUV. Basado en el Civic, el CR-V original era un modelo dinámico con una suspensión excepcional y un sistema de tracción a las cuatro ruedas más avanzado. Con un motor de 2.0 litros bajo el capó, inicialmente contaba con 126 CV de potencia, aunque luego ganó 21 más hasta llegar a un total de 147 CV.

Tras su lanzamiento en Japón en 1995, el CR-V sólo estaba disponible en concesionarios seleccionados, ya que según las clasificaciones del gobierno nipón, el modelo debía posicionarse como un vehículo de lujo en el mercado doméstico.

Segunda generación (2001-2006)

Nuevo milenio, nuevo CR-V. El nuevo motor, de las series K20, incluía i-VTEC y dotaba por primera vez al modelo con un sistema de distribución de válvulas variable. En esta segunda generación desapareció la impresionante (aunque cara de producir) suspensión delantera de doble trapecio, y en su lugar aparecieron un par de puntales de suspensión.

Entre la primera y la segunda generación, el CR-V aumentó significativamente de tamaño para ofrecer un mayor espacio interior. Esta vez, además, el CR-V con tracción total llegó con un mayor motor i-VTEC de 2.4 litros, con una potencia de 160 CV y 220 Nm de par. En Europa, por cierto, el modelo ofrecía el primer motor diesel fabricado por Honda, el i-CDTi.

 

Tercera generación (2006-2012)

Para la tercera generación del CR-V, Honda preparó un rediseño revolucionario, alejado del concepto y aspecto de “mini SUV”. El nuevo CR-V era mucho más grande, con una carrocería más larga y de formas redondeadas.

El nuevo diseño interior contribuyó a elevar el modelo, que también llegaba equipado con  más tecnologías de seguridad. Por primera vez, el CR-V ofrecía un sistema de control de estabilidad, así como airbags tanto delanteros como traseros. Era la época de los reproductores MP3, y Honda dotó a su modelo SUV de cómodos puertos auxiliares USB. Fue el CR-V de la generación iPod.

Cuarta generación (2012-2017)

La tercera generación supuso un cambio radical, y la cuarta siguió su estela. Este CR-V llegó en tiempos de crisis y no incorporó grandes innovaciones. Fue, digamos, una puesta al día de la anterior versión. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación avanzaban rápido y Honda dotó al nuevo modelo de un sistema de “infotainment” (información + entretenimiento).

Las tecnologías de seguridad también se actualizaron, y el CR-V siguió siendo uno de los coches más seguros del mercado. Como el sector de los crossover ya estaba cogiendo fuerza, los ingenieros de Honda diseñaron una espaciosa parte trasera del vehículo para distinguir el modelo de sus competidores.

Quinta generación (2018-)

A primera vista, puede parecer que el modelos no ha cambiado radicalmente, pero la nueva generación del Honda CR-V lo tiene todo. El modelo es ahora más robusto, más seguro, más dinámico y más confortable. También destaca por ser más resistente, ya que para el nuevo CR-V se ha empleado por primera vez acero estampado en caliente de ultra-alta resistencia de última generación, reforzando las zonas que podrían verse más afectadas en caso de colisión, al tiempo que reduce el peso total del chasis.

Otra de las novedades destacadas es el Agile Handling Assist (AHA) un sistema electrónico de estabilidad adaptado específicamente para Europa que refleja los estilos de conducción y las condiciones habituales de la carretera. A esto se le suma el sistema Real Time All-Wheel-Drive with Intelligent Control System, que permite distribuir hasta un 60% de par a las ruedas, sobre todo circulando cuesta arriba.

Lo que decíamos. Hace 23 años que Honda trajo al mundo el primer CR-V, y tras cinco generaciones, el SUV más vendido del mundo todavía tiene mucho recorrido por delante, junto a otros modelos de la marca que nacieron bajo su estrella, como el compacto HR-V.