octubre 15, 2018

¿Estamos preparados para los coches y autopistas inteligentes?

Cuanto más inteligentes, menos accidentes de tráfico. Pero no hablamos de los conductores, sino de los vehículos y las carreteras. Al igual que en otros sectores, la digitalización está transformando el transporte profunda y rápidamente. Será, dicen, una revolución comparable a la que ocurrió cuando pasamos de circular en carros por caminos de tierra a tener coches motorizados y carreteras asfaltadas.

Seguridad, eficiencia y calidad del aire

Un informe del proveedor de información de negocios IHS Markit publicado en enero de 2018, estima que en 2040 ya se venderán más de 33 millones de vehículos autónomos en todo el mundo. Esta popularización de los coches autónomos podría llegar a reducir los accidentes hasta un 90%. Y no sólo eso, la movilidad inteligente, desarrollada gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, también traerá consigo importantes progresos en dos de los mayores problemas de las últimas décadas: contribuirá significativamente a mejorar la circulación del tráfico y la calidad del aire en grandes ciudades.

La innovación de Honda en materia de seguridad ha sido reconocida en varias ocasiones por Euro NCAP (“Programa Europeo de Evaluación de Automóviles Nuevos”), uno de los organismos que más ha contribuido al desarrollo de la seguridad del parque automovilístico.  Por ejemplo, en 2010, Honda recibió el primer premio EuroNCAP Advanced por el sistema autónomo de frenado de emergencia: Collision Mitigation Brake System (CMBS), y en 2017, el Honda Jazz fue declarado modelo de máxima seguridad en el 20 aniversario del programa europeo.

¿Ciencia ficción o realidad?

Suena a ciencia ficción, pero no lo es tanto. El sector de la automoción lleva años cogiendo velocidad en este sentido. Los coches de hoy cuentan con tecnologías de asistencia a la conducción con los que hace tan solo unos años a penas podíamos soñar. La transformación del transporte es un hecho, y en los próximos años el avance de las tecnologías acelerará aún más el cambio.

El coche inteligente es un coche conectado. Honda dedica grandes esfuerzos a desarrollar automóviles con cada vez más autonomía, capaces por sí solos de frenar, esquivar obstáculos y comunicarse con otros vehículos. Prueba de su compromiso es el acuerdo que recientemente ha alcanzado con Cruise y General Motors para fabricar un nuevo vehículo autónomo, con una inversión de 2.750 millones de dólares.

Desde el año 2000, la compañía se ha centrado en desarrollar sistemas de intercomunicación orientados a cubrir los momentos de falta de atención por parte del conductor o de visibilidad deficiente. Honda ha bautizado como Honda SENSING su sistema general de tecnologías avanzadas de seguridad que equipan la gama de la compañía, que cuenta también con una hoja de ruta para el desarrollo de tecnologías de seguridad hasta 2020.

 IA y ‘big data’: la carretera del futuro

Para que el sueño del coche autónomo ocurra, un aspecto clave es la transformación de las infraestructuras, o sea, de las carreteras. Las vías de circulación dejarán de ser simplemente asfalto con barreras, señalización y carteles, y se convertirán en un complejo sistema tecnológico basado en redes inalámbricas e inteligencia artificial.

Desde 2013, Honda tiene abierta una línea específica de investigación y desarrollo en carreteras inteligentes, y el mes pasado aprovechó la feria internacional ITS World Congress para anunciar su participación en un programa piloto de conducción autónoma.

En especial, Honda se ha dedicado a desarrollar tecnologías de conducción autónoma cooperativa, con el objetivo de crear sistemas de seguridad que coordinen todos los vehículos a través de las nuevas tecnologías, sin sacrificar la parte activa de la conducción, es decir, la diversión y el placer de llevar un automóvil. Es lo que se conoce como tecnologías V2X (Vehicle to Everything, o del “vehículo a todo”), un aspecto de la movilidad que será clave en los próximos años para desarrollar soluciones de gestión del tráfico.

Europa, a la cabeza

El desarrollo de carreteras inteligentes es fundamental para impulsar y planificar la introducción de coches sin conductor, y ya son muchos los proyectos de investigación y desarrollo dedicados a idear las carreteras del futuro. En Europa, el proyecto Inframix se ocupa de preparar las vías para facilitar la circulación simultánea de vehículos convencionales y automatizados.  Situado dentro del marco del  European Union’s Horizon 2020, Inframix es el único programa financiado con esta misión y cuenta con 4,5 millones de euros de presupuesto.

En el ámbito estatal, también existe el proyecto C-Roads Spain, con una partida de 19 millones de euros, ocho de los cuales proceden de fondos europeos.

Girona, ciudad modelo

Uno de los dos programas piloto de Inframix está ubicado en un tramo de 20 km con 180 metros de túnel en la autopista AP-7, a su paso por Girona, una zona que forma parte también del proyecto C-Roads Spain.

Desde que se pusieran en marcha estos dos proyectos en 2017, este tramo de autopista en Girona se ha convertido en un gran banco de pruebas, con sensores, estrategias de control del tráfico, mapas digitales, simuladores…

La nueva movilidad llega repleta de oportunidades, pero también de retos. Este especial tramo de autopista en Girona servirá como una de las grandes plataformas para los programas europeos presentes y futuros que trabajen en desarrollar, por ejemplo,  nuevos protocolos de seguridad o nuevos tipos de señales de tráfico y otros elementos físicos que faciliten así la convivencia de vehículos convencionales y autónomos en las carreteras.