febrero 25, 2019

¿Cómo funciona un coche híbrido?

En los próximos años la industria del automóvil se enfrenta a dos grandes retos para alcanzar una movilidad sostenible: las ciudades y el medioambiente. El trasvase de población de las zonas rurales a las urbes sigue de forma imparable a nivel planetario, hecho que convierte la fluidez del transporte en las áreas metropolitanas en un elemento clave para la convivencia de todos los medios de locomoción. Por otro lado, la gestión eficaz de los recursos se convierte en imprescindible, en un mundo que se encamina hacia la descarbonización del planeta como modo de progreso y supervivencia. Para ayudar a conseguir este objetivo medioambiental (reducir significativamente la dependencia de los combustibles fósiles y la huella de carbono de la actividad industrial y comercial), Honda está comprometida en la reducción del 30% de sus emisiones de CO2 en 2020, comparado con el año 2000. Y en este sentido se encamina la estrategia de electrificación progresiva de sus modelos, de manera que en el años 2025 dos tercios de sus vehículos vendidos estarán dotados de algún tipo de motorización eléctrica.

El motor híbrido, el primer paso hacia el vehículo 100% eléctrico y de cero emisiones

Entre las opciones presentes, dado el estado actual de las infraestructuras de abastecimiento de electricidad, hidrógeno, gas natural comprimido y gas licuado de petróleo, está ganando rápidamente terreno la tecnología híbrida (que combina dos tipos de motorizaciones, la de combustión y la eléctrica). La oferta mayoritaria, hoy día, se centra en la versión gasolina-eléctrico, aunque también hay la posibilidad de unir la tecnología diesel a la electricidad.

Dentro de esta tecnología existen tres tipos de híbridos, según su funcionamiento:

En serie: el vehículo se impulsa sólo con el motor eléctrico, que obtiene la energía de un generador alimentado por el motor de combustión. Con esta energía se recarga la batería para aumentar la autonomía del vehículo.

En paralelo: en este caso el motor eléctrico actúa aportando más potencia al conjunto del sistema. El motor eléctrico ofrece su potencia en la salida y en la aceleración, cuando el de combustión tiene el mayor consumo. Se trata de un sistema en el que ambos propulsores pueden trabajar de forma simultánea.

Combinada: esta tecnología hace que el motor de combustión pueda propulsar el vehículo y cargar las baterías según las necesidades del sistema. El motor eléctrico funciona solo a bajas velocidades, mientras que a alta velocidad, ambos motores trabajan conjuntamente.

Según si existe la posibilidad de recargar la batería a la red eléctrica, los vehículos híbridos se dividen entre enchufables y no enchufables

Dos décadas de historia de los coches híbridos de Honda: Del Insight al CR-V

Honda despidió el siglo XX con su primer modelo híbrido en el mercado. El Insight, en 1999, fue la apuesta de la marca japonesa, el germen de lo que hoy día ya es una realidad: la transición hacia un modelo energético basado en la descarbonización. La primera generación combinaba un motor de gasolina de tres cilindros en línea 1.0 litros (72 CV) con uno eléctrico que añadía 10 kW adicionales (13,6 CV). El modelo incluso ya disponía de sistema de apagado al detener la marcha. Desde 2004 la compañía incluyó la tecnología IMA (Integrated Motor Assistance) en la que se recuperaba la energía cinética almacenada en un batería para arrancar, adelantar o hacer un uso extra de potencia. Tras el Honda Insight se presentaron propuestas como la del Honda Civic híbrido (un híbrido suave en el que el motor eléctrico funciona como apoyo al de combustión, pero cuya potencia no es capaz de propulsar en solitario al coche salvo, en momento muy puntuales, como circulando en plano a baja velocidad o al iniciar la marcha muy despacio) y el Honda CR-Z híbrido (automóvil deportivo diseñado para ser un híbrido divertido de conducir).

Tras 20 años de investigación y desarrollo de la tecnología híbrida, Honda ha lanzado este año al mercado español su propuesta de SUV híbrido, el CR-V. En esta propuesta híbrida de Honda se une la tecnología eléctrica al segmento del mercado que más crece de todo el sector de la automoción.

Eficiencia híbrida inteligente, la tecnología de Honda aterriza en 2019

Por primera vez en un SUV de Honda en Europa (en el CR-V híbrido en concreto) se ha incorporado la tecnología avanzada de propulsión híbrida. Un sistema que cuenta con la tecnología intelligent Multi-Mode Drive (i-MMD) que combina dos motores eléctricos (generador e impulsor), un motor de gasolina i-VTEC de 2 litros de ciclo Atkinson, una batería de iones de litio y una transmisión fija que proporcionan elevados niveles de eficiencia.

La tecnología i-MMD, exclusiva de Honda, cambia de forma inteligente y automática entre  tres modos de propulsión para proporcionar óptimos niveles de conducción: EV Drive (la batería de iones de litio alimenta el motor de propulsión eléctrica directamente); Hybrid Drive (el motor de gasolina suministra energía a un segundo motor-generador eléctrico, que transmite a su vez energía a las ruedas a través del motor de propulsión eléctrico); y Engine Drive (el motor de combustión proporciona la transmisión directamente a las ruedas a través de un mecanismo de bloqueo del embrague). Y todo pasa de forma invisible, ya que el software de control del sistema i-MMD de Honda decide en todo momento cuándo cambiar entre los distintos modos a fin de maximizar la eficiencia, sin necesidad de que el conductor tenga que intervenir.

En la mayoría de situaciones de conducción en entornos urbanos, el CR-V Hybrid cambia automáticamente entre el modo Hybrid Drive y el EV Drive para conseguir una eficiencia óptima. En el modo de propulsión híbrida, la energía sobrante del motor de combustión se puede emplear también para recargar la batería mediante el generador. El modo EV Drive permite la propulsión completamente eléctrica, y ofrece al CR-V una autonomía de conducción sin emisiones de alrededor de 2 km (dependiendo de las condiciones de la conducción y de la carga de la batería). En el modo Engine Drive se exhibe la configuración más eficiente en conducción a altas velocidades y en momentos en los que se necesita un extra de potencia.

A una velocidad de 60 km/h, el CR-V Hybrid normalmente funcionará con propulsión eléctrica (EV Drive) más de la mitad del tiempo. A 100 km/h, funcionará en modo eléctrico durante alrededor de una tercera parte del tiempo. Para alcanzar la velocidad máxima, el CR-V Hybrid funcionará en modo híbrido (Hybrid Drive). La unidad de potencia híbrida (gasolina-eléctrica) es capaz de impulsar el CR-V híbrido de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos (en las versiones equipadas con tracción delantera) y en 9,2 segundos (en las versiones con tracción total). Su velocidad máxima es de 180 km/h.

A nivel de emisiones, el CR-V Hybrid equipado con tracción delantera cuenta con unas emisiones de 120 g CO2 /km (dato correlacionado a NEDC*) y una cifra de consumo de combustible en ciclo combinado de 5,3 l/100 km. El CR-V Hybrid con tracción a las cuatro ruedas ofrece unas emisiones de CO2 de 126 g/km (dato correlacionado a NEDC*) y un consumo de combustible de 5,5 l/100 km.

Ventajas de los motores híbridos para la movilidad sostenible del futuro

El uso de frenos regenerativos permite a los coches híbridos recoger y reutilizar la energía cinética transformada en eléctrica, que se escapa en forma de calor al frenar. Esta característica hace que estos vehículos híbridos alcancen un mejor rendimiento especialmente en carreteras muy transitadas, donde se concentra la mayor parte del tráfico. Las ventajas de esta opción de movilidad son muy completas: se reduce el impacto ambiental al contribuir en la disminución de emisiones del vehículo a la atmósfera, existe ahorro de combustible al combinar la tecnología eléctrica con la de combustión y contribuye a reducir la contaminación acústica del tráfico rodado (al tratarse de vehículos más silenciosos en su funcionamiento). En lo referente al tráfico en las grandes ciudades -y sus progresivas restricciones de circulación debido a ordenanzas de movilidad sostenible por causas de movilidad y medioambientales-, las ventajas de los coches híbridos  son numerosas, gracias a disponer de la etiqueta de la DGT ECO.

La tecnología híbrida abre un amplio abanico de posibilidades del futuro eléctrico de la movilidad. Un camino que, a largo plazo, nos llevará a la expansión y consolidación de los vehículos eco, coches cero emisiones, dotados de inteligencia artificial y que operarán de forma autónoma.

* Las emisiones de los vehículos han sido certificadas a través del nuevo procedimiento de prueba de vehículos ligeros armonizados a nivel mundial (WLTP, del inglés Worldwide Harmonised Light Vehicle Test Procedure), con arreglo al Reglamento (UE) 2017/1151 de la Comisión. Los valores mencionados son NEDC, determinados a través del procedimiento de correlación del Reglamento (UE) 2017/1153 de la Comisión.