Rojo que te quiero rojo: de color prohibido a emblema de Honda
Rojo es Honda y Honda es rojo. Aunque la compañía se distingue por su colorida gama a lo largo de la historia, el rojo es el color que mejor representa a la marca por todo el mundo. Presente desde su fundación en motocicletes, automóviles y productos de fuerza, ya en 1952 el motor auxiliar para bicicletas Cub F se vendió con el eslogan “el motor rojo con un tanque de gasolina blanco”.
Otro histórico ejemplo del poder del rojo es la mítica y entrañable campaña conocida como «The nicest people». Diez años después de la fundación de Honda, el sueño de convertirse en el primer fabricante de motocicletas mundial se hizo por fin realidad. El éxito llegó de la mano de la mítica Super Cub C100, lanzada en agosto de 1958 y fabricada sin descanso desde entonces.
La campaña de marketing con la que se lanzó, bajo el lema You meet the nicest people on a Honda –Conoces a la gente más guay en una Honda–, es un clásico caso de estudio, ya que cambió para siempre la actitud hacia la motocicleta de los americanos. Todas las motocicletas, así como las letras del cartel de la campaña estaban impresas en ‘rojo Honda’.
El primer coche Honda «tenía» que ser rojo
Los colores comunican, provocan emociones, conectan con nuestra identidad. Los diseñadores de coches y de cualquier otro producto lo saben bien, por eso no es una decisión cualquiera.
Cuando llegó el gran momento de saltar al sector de los automóviles, el fundador Soichiro Honda se encontró con un obstáculo. Como no podía ser de otra manera, el señor Honda quería que su primer coche fuera del color estandarte de la marca.
La compañía tuvo que mover cielo y tierra para que esto fuera posible, ya que en Japón ningún coche podía ser de color rojo ni blanco: éstos estaban reservados para los vehículos de bomberos y las ambulancias. Soichiro Honda movió hilos y lanzó una dura campaña para terminar con estas restricciones, y finalmente su primer turismo, el ya mítico S500, vio la luz en 1963.
Rojo, como el gran sol de la bandera de Japón
Precisamente fueron aquellos dos colores prohibidos, el rojo y el blanco, los que marcaron otro momento clave para los éxitos de la compañía. En 1964, el RA271 fue el primer coche de Fórmula 1 japonés en competir a nivel mundial.
Como entonces era obligatorio pintar los coches con los colores del país, el RA271 se pintó de marfil, con la bandera de Japón y el logo de Honda en rojo. Este diseño se trasladó después al NSX Type R en 1992 y a los posteriores Integra Type R y Civic Type R.
Hoy, millones de Honda multicolores circulan por las carreteras japonesas y de todo el mundo. Aunque el rojo sigue siendo el color por excelencia de Honda, ya hace décadas que la marca sigue su tradición de ofrecer un amplio abanico de variaciones de color, una apuesta que se empezó en 1966 con el N360. Aunque hoy pueda no sonar excesivamente rompedor, en aquel momento en el que no eran habituales los coches de colores vistosos, Honda lanzó un eslógan que se convertiría en filosofía: “Colorful Honda”.