marzo 6, 2020

Mujeres al volante: historia de un derecho conquistado

La automoción ha sido históricamente terreno de hombres, pero en todas las épocas ha habido mujeres que se han abierto camino, contribuyendo a la lucha por la igualdad, participando y triunfando en ámbitos tradicionalmente masculinos. El automovilismo tiene por delante una gran asignatura pendiente: ninguna mujer ha competido en un Gran Premio desde los años 70.

El 8 de marzo celebramos un año más el Día de la Mujer Trabajadora, que conmemora la muerte de 146 mujeres en una empresa textil de Nueva York en 1908. Desde Honda nos sumamos a las reivindicaciones rindiendo homenaje a algunas de esas mujeres que hicieron historia irrumpiendo a su manera en un mundo de motores dominado por hombres. Aunque hay muchas más, como la emprendedora Mary Anderson o la piloto de carreras Dorothy Levitt, de quienes ya hablamos en los posts Mujeres en la automoción: la inventora del limpiaparabrisas y ¿Adiós al retrovisor? Historia de un espejo centenario, respectivamente.

Honda e igualdad de género

Mujeres al volante: toda una revolución

Hay luchas que tienen lugar en el día a día, en los espacios menos glamurosos, y las guerreras que las protagonizan rara vez tienen conciencia de estar haciendo historia.

Cuando la leonesa Piedad Álvarez, maestra de formación, comenzó a trabajar como taxista durante la II República de España, seguramente no se imaginaba que pasaría a los anales como la primera mujer en ejercer este oficio que incluso hoy se percibe como un trabajo de hombres. En los años 60, sin embargo, su extraordinaria vida se hizo pública tras entrevistarle varios medios, gracias a lo cual hoy podemos recordarla.

Lo mismo le debió pasar, varios años antes, a Catalina García, que hoy figura como la primera mujer española que consiguió el carnet de conducir. Corría el año 1925, y aunque ya hacía siete años que la ley permitía conducir a las mujeres, aún estaba lejos de estar bien visto. No era cosa fácil: para poder presentarse al examen las mujeres necesitaban el permiso del marido, a no ser que una fuera soltera o viuda.

¿Mujeres en la F1? El reto sigue abierto

Si el mundo del motor ha sido y sigue siendo terreno de hombres, más todavía lo es el del automovilismo. Aún así, no son pocas las mujeres que se empeñaron y empeñan en pelear por poder dar rienda suelta a su pasión por la velocidad y la competición.

La piloto italiana María Teresa de Filippis, la primera mujer en lograr su sueño de competir en la Fórmula 1, fue una de las pioneras. Tras luchar contra viento y marea, consiguió debutar con el equipo Privé en el Gran Premio de Italia de 1958. Aunque no llegó a meta en aquella primera carrera, sí lo hizo en el GP de Bélgica, en el que terminó décima. Aquella fue la tercera y última carrera que corrió en esta categoría. Dicen que el mismísimo Juan Manuel Fangio, pentacampeón mundial, presumía de haber competido con ella, a la que trataba de aconsejar: “vas demasiado rápido, corres muchos riesgos”.

De Filippis las vio de todos los colores. Cuenta, por ejemplo, que cuando fue a correr a Francia, se lo impidieron con el argumento de que “el único casco que debe llevar una mujer es el de la peluquería”. Curiosamente, el Gobierno francés hizo también una aparición estelar en la historia de una de sus antecesoras, Camille du Gast, quien tras competir en algunas de las primeras carreras automovilísticas, vio cómo en 1904 las autoridades de Francia decidieron prohibir la participación de las mujeres.

Filippis tenía sólo 23 años cuando se retiró, pero su nombre pasó a la historia y abrió camino a otras mujeres dispuestas a dejarse la piel en la pista.

Esperanza de igualdad en la pista

A pesar de que el automovilismo es uno de los pocos deportes en los que mujeres y hombres compiten al mismo nivel, hoy en día la participación femenina sigue siendo extraordinaria, especialmente en las categorías más altas. Después de que De Filippis abriera camino en 1958, la también italiana Lella Lombardi (1941-1992) hizo carrera con varios equipos y en 1975 se convirtió en la primera y única mujer que ha sumado puntos en el campeonato de pilotos.

Después de Lombardi, sin embargo, aunque algunas lo han intentado, no ha habido ningún progreso. Ninguna mujer ha competido en un Gran Premio desde los años 70.

Esto, sin embargo, podría estar a punto de cambiar, porque potencial hay. La británica Susie Wolff se convirtió en 2014 en la primera mujer después de 22 años en participar en una sesión de entrenamientos, en el Grand Premio de Reino Unido. Y por supuesto, hay jóvenes promesas, como la colombiana Tatiana Calderón, que ya participa en la categoría GP3, o la británica Jamie Chadwick, que en una entrevista en The Guardian deja claro que el sueño de llegar a la F1 lo quiere alcanzar por méritos propios. “No quiero llegar ahí sólo porque soy un símbolo de mujer piloto”, aclara. Y añade: “Realmente pienso que con las oportunidades y el apoyo adecuados, es posible, no sólo para mí sino para las mujeres, correr competitivamente en la Fórmula 1”.

Chadwick, como otras, está decidida a demostrarlo. Esperemos que lo consiga, y que el mundo del automovilismo se vaya poniendo al día en cuestión de género.