junio 10, 2020

75 años de Montesa, 75 años forjando un mito

75 años de historia y 71 títulos mundiales convierten a Montesa en un mito del motor. Con el sello Montesa se han escrito algunas de las páginas más exitosas y perspicaces de la industria y competición sobre las dos ruedas. Por ello, en 2020, Montesa conmemora su 75 aniversario a través de una exposición en el Palau Robert de Barcelona: “Montesa, la forja de un mito”, que recorre su trayectoria a través de los modelos más emblemáticos.

La muestra “Montesa, la forja de un mito” recupera cronológicamente los logros de la marca y hace gala de 43 modelos emblemáticos de motocicleta entre los que destacan la Impala, la Brio, la Cota o la Cappra, así como otros modelos sorprendentes y menos conocidos como la Mini-Mini o el primer modelo que salió de la fábrica, la A-45.

Montesa, como Honda, es el ejemplo de cómo una buena idea es capaz de dar respuesta a una necesidad concreta en un momento y un contexto complejos. Capaz de  convertirse en un producto exigente, sofisticado y de calidad, reconocido por sus logros deportivos, la aceptación del mercado y la gran estima de sus seguidores.

1945, el origen de un sueño

La historia de Montesa va ligada a la figura de su fundador. La vida y obra de un soñador apasionado por la mecánica y convencido que sus ideas podrían aportar un pequeño grano de arena en el progreso de la sociedad. Pere Permanyer fundó Montesa en 1945 junto a Francisco Javier Bultó para ofrecer una nueva forma de movilidad en una sociedad que dejaba atrás las penurias de la posguerra. A partir de una motocicleta francesa Motobecane B1V2 fabricarían su primer prototipo y poco más tarde, el espíritu emprendedor de Permanyer y la esencia competitiva de Bultó, darían forma a la A-45, la primera motocicleta Montesa.

Los éxitos deportivos en las diferentes disciplinas no tardarían en llegar. Sus motocicletas se harían hueco en el mercado y en las primeras parrillas deportivas tanto en el circuito de Montjuïch, como en pruebas míticas por Europa como la Duch TT o la Isla de Man.

1962, la Operación Impala

La arena tostada bajo el sol abrasador se agitaba sobre las dunas tunecinas mientras tres saetas escarlatas surcaban un hito sin precedentes: cruzar el continente africano de abajo arriba, desde Sudáfrica hasta Túnez. La Baobab, la Lucharniega y la Perla, tres motocicletas preserie del modelo Impala, lo consiguieron en tan sólo 100 días. La denominada Operación Impala fue un éxito insólito que sirvió para catapultar a Montesa como un referente de diseño y calidad.

La expansión no tardó en llegar y la fábrica se movió del Poblenou de Barcelona a Esplugues de Llobregat. El motor monobloque de la Montesa Impala sirvió de base y referente para los diferentes modelos de cross, trial y enduro. El crecimiento por la afición al off-road impulsó a Montesa a conquistar el mercado internacional con lanzamientos tan populares como la Cappra, la King Skorpio, la Texas o la Cota 247 que, tras 52 años, sigue siendo el modelo en producción más longevo en España.

Los éxitos se consolidaron en las distintas categorías, destacando el primer Campeonato del Mundo de Trial conseguido por el piloto sueco Ulf Karlson en 1980. Pese a ello, el complejo contexto comercial internacional impulsó a Montesa a unirse con otra marca con la que guardaba fuertes paralelismos empresariales y personales: Honda.

1986, Montesa y Honda y la época dorada en la alta competición

La aportación de nueva tecnología, conocimiento y la incorporación de nuevos modelos comerciales Honda, como la SH Scoopy, permitieron a Montesa apostar y concentrar todo su talento por el desarrollo de motores 4 tiempos en el mundo del trial que continúan siendo un referente de competición. Una apuesta mutua que ha granjeado a Montesa-Honda un equipo potente de pilotos como Marc Colomer, Douguie Lampkin, Laia Sanz, Takahisa Fujinami y el gran dominador mundial en los últimos 12 años, Toni Bou, que han conseguido alzarse con 71 títulos mundiales en los últimos años.

Montesa, como Honda, tiene una historia marcada por la pasión por la competición. Un estímulo creativo e imaginativo que no establece límites a la hora de alcanzar sus éxitos. No es casual que Montesa haya visto nacer más de 150 modelos de motocicleta diferentes, para todos los públicos y tipos de conducción.

Por todo ello Montesa sigue siendo un símbolo reconocido tras 75 años de trayectoria. Un icono del motor con una singladura única, que hace que esta aventura empresarial y deportiva esté forjada por el atrevimiento de sus fundadores, el genio de sus técnicos, la implicación de sus pilotos y el amor incondicional de sus aficionados. Todo ello expuesto y perfectamente representado en la exposición “Montesa, la forja de un mito”, del 9 de junio al 6 de septiembre en el Palau Robert de Barcelona.