1989, cuando América condecoró al hombre que ‘mató’ Detroit

No deja de ser irónico recordar que fue un mes de octubre, durante una cena en Detroit, cuna del automóvil americano y mundial, donde Soichiro Honda, entonces con 82 años y ya retirado, se convirtió en el primer fabricante de automóviles japonés en ser reconocido por el histórico museo Automotive Hall of Fame. La ciudad, que ya preveía su declive, asumía así su destino y se abría al futuro: los que eligieron a Honda sabían que sería el primero de muchos pioneros japoneses y de otros países a los que reconocerían sus méritos.

Este mes se cumplen 27 años de aquel día histórico para la industria de la automoción, que hoy podemos interpretar como un verdadero gesto de honradez. Al fin y al cabo, el Sr. Honda, con su sueño precoz de revolucionar el mercado americano con sus automóviles de tecnología japonesa, había provocado no pocos dolores de cabeza a Detroit y a la industria automotriz americana. Ya entonces la automoción era un negocio global, en el que las líneas entre importación y exportación se diluían rápidamente.

Ejemplo de ello son las palabras con las que el propio Sr. Honda explicó su visión en el newsletter corporativo de octubre de 1967: «Nuestros productos no pretenden únicamente llegar a la población japonesa. El precio que busco tiene que poder ser respetado a nivel internacional, al mismo tiempo que garantiza beneficios a nuestras fábricas y hace el negocio sostenible».

En 1989, Honda ya había recorrido un largo camino en su viaje por las Américas. La American Honda Motor Company, Inc., subsidiaria de Honda en Estados Unidos, se había fundado tres décadas antes, en 1959, y había inundado el país con sus populares motocicletas. Diez años después, en 1969, llegaron los coches. Tan sólo unos meses antes de que Neil Armstrong pisara la luna, el icónico Honda N600, una variante más potente del N360, el primer coche de producción masiva de la compañía, se convertía en el primer coche Honda a la venta en Estados Unidos.

Cuando Soichiro Honda recibió la condecoración del Automotive Hall of Fame, se mostró humilde y bromista. “Es un individuo maravillosamente significativo que ha aumentado las expectativas de calidad del cliente”, dijeron de él. Y él contestó “mi gran logro ha sido llegar a hacer sombra a los coches americanos”.

Soichiro Honda