diciembre 5, 2018

La unión hace la fuerza: vehículos eléctricos, híbridos y de combustión juntos hacia la movilidad del futuro

Buenas noticias: parece que por fin las tecnologías de movilidad sostenible han conquistado el corazón del sector automovilístico. El futuro del transporte ya es evidentemente eléctrico. Pero la transición energética es eso, una transición, un proceso, un cambio que tomará su tiempo y que requiere ir paso a paso para no perder el equilibrio. Las motorizaciones tradicionales como las de gasolina o diésel, aunque con énfasis en la eficiencia y la reducción de emisiones, también tendrán un papel en la transición hacia la descarbonización del transporte.

Estas son las conclusiones del Primer Observatorio Grant Thornton de Movilidad Sostenible, que ha encuestado a los líderes empresariales del sector de la Movilidad Sostenible en España. Los datos señalan que los híbridos, los híbridos enchufables y los vehículos 100% eléctricos son los vehículos con más futuro en España durante los próximos diez años, según lo prevén más de un 70% de los directivos sondeados.

Mix de tecnologías

De aquí al 2030, sin embargo, mientras maduran las nuevas tecnologías de movilidad, el parque automovilístico estará compuesto por una combinación de las existentes motorizaciones tradicionales, alternativas intermedias y las nuevas soluciones eléctricas. Eso sí, tanto las viejas como las nuevas motorizaciones basadas en combustibles fósiles deberán adaptarse a las normativas de calidad del aire que cada vez rigen en más ciudades.

Los mayores retos a los que se enfrenta la movilidad eléctrica en España, según el 70% de los directivos encuestados en el Observatorio de Grant Thornton, son el desarollo de sistemas de carga completa más rápidos que los actuales; la mejora de la red de puntos de recarga eléctrica o electrolineras y una mayor autonomía de los vehículos eléctricos, por encima de los 500 km.

Más eficiencia, menos emisiones

En los próximos años veremos motores de gasolina y diésel mucho más eficientes y limpios que sus antecesores. Tal y como explicamos en el post «Odio el diésel», o cómo nació el primer motor diésel ‘made in’ Honda», la tecnología diésel ha evolucionado mucho en la última década, y actualmente los diésel modernos disfrutan exactamente de la misma etiqueta que sus homólogos de gasolina, que también han mejorado mucho en materia de eficiencia y reducción de emisiones contaminantes, con ejemplos como la gama Honda Civic, en sus versiones diesel y gasolina. Esta tendencia, pues, continuará en los próximos años.

Honda lleva desde 1972 desarrollando tecnologías más eficientes y menos contaminantes para conseguir motores de bajas emisiones de CO2. Y desde la aparición del Insight original, el primer vehículo híbrido de Honda, en 1999, la compañía no ha cesado en invertir en proyectos de innovación para avanzar hacia la electrificación de su gama a través de varias tecnologías, desde los híbridos e híbridos enchufables, hasta la pila de combustible de hidrógeno, pasando por los vehículos eléctricos de baterías.

El sector, y la sociedad, se enfrentan a un nuevo escenario de movilidad, para que el Honda está ya preparada.