Sentimos esa emoción al comienzo de cada proyecto, sea cual sea el vehículo. Pero con el NSX fue especial, más intensa todavía. Lo sabrás cuando lo sientas. Y cuando eso suceda, entenderás por qué este vehículo significa más para nosotros que cualquier otro que hayamos creado antes.
Todo lo que hacemos posee en su núcleo la esencia de todas y cada una de las innovaciones en ingeniería desarrolladas durante años de pruebas y carreras.
Armonizar lo máximo en prestaciones deportivas con la comodidad necesaria para desplazarse diariamente fue un proceso largo, y no exento de contratiempos, precisamente. Llegar a la perfección implicaba empezar desde cero, una y otra vez, pero no dudamos... Es por eso que se han necesitado años para crear un coche perfecto, y por lo que el NSX solo podía mejorar con el tiempo.
Esta fue la base del nuevo NSX: un potente deportivo híbrido. Pero el aumento de potencia trajo nuevos desafíos. Para decidir cómo controlar toda esa potencia, nos centramos en el conductor: tras un proceso que llevó al límite nuestros esquemas mentales, el resultado es una sensación de conexión total durante la conducción; una afinidad que nunca creímos posible.
En el recientemente renovado centro de desarrollo de Ohio, construido especialmente para este fin, se realiza exclusivamente la fabricación del chasis y el proceso de pintura del NSX utilizando equipos especiales. El resto del coche se empieza y termina a mano. Este toque humano es lo que hace tan especial al NSX.
Al volante del NSX, es difícil saber dónde termina tu cuerpo y empieza el coche. Estás en contacto total con el coche. Las combinaciones del motor y el tren de rodaje se pueden configurar de muchas maneras diferentes para proporcionar una sensación perfecta al tomar curvas, acelerar y frenar.