Restaurante Simpar

Elegante y deportivo estilo coupé, el Honda ZR-V hace “match” con el paisaje gallego y la esencia del restaurante Simpar, liderado por Áxel Smyth.

EL CAMINO DE VUELTA A CASA

Axel Smith iba para carpintero, pero surgió un problema con la plaza y acabó probando suerte con la cocina; parece que acertó. Entonces tenía 17 años y en estos 16 de trayectoria se ha recorrido la península trabajando en algunas de las cocinas más importantes de nuestro país: Casa Marcelo, As Garzas, José Carlos García, Gaytán, Baluarte, Miramar y Casa Elena. Una experiencia que él califica de muy enriquecedora y que le ha aportado un conocimiento que ha sido clave a la hora de abrir su propio restaurante, Simpar, en su ciudad natal, Santiago de Compostela.

Una pareja joven y talentosa

Pero no lo ha hecho solo porque siempre le ha acompañado la también chef Claudia Merchán, la otra parte del proyecto. Jóvenes, talentosos, comprometidos, apasionados e inconformistas, Áxel y Claudia avanzan a buen ritmo, como atestiguan los numerosos reconocimientos que se han ido sucediendo en estos dos años y en los que destaca el sol Repsol, la T de Oro de Galicia de la Guía Tapas 2024 y la estrella Michelin. Un éxito que les ha llegado trabajando y un bagaje sobre el que Smyth reflexiona a bordo del Honda ZR-V, el SUV deportivo de Honda con motorización Full Hybrid. Gracias a su potente rendimiento y dinamismo excepcional que aporta una sensación de conducción deportiva, el chef asciende de forma eficiente por la bella carretera Estrada do Pedroso hasta llegar al mirador desde el que observa Santiago de Compostela, un lugar que le ha dado mucho.

Cada servicio es una final

Desde allí puede tomar perspectiva, ver todo con claridad y recargarse de energía para empezar una nueva jornada al 100%. Y es que, como afirma Áxel, cada servicio es una final: “Cuando el plato sale a sala, no hay marcha atrás”. Por este motivo cree que lo más importante es estar al máximo nivel y cuidar mucho la mise en place, para luego poder disfrutar también del servicio, que él compara con un baile con el comensal.

Claudia y Áxel decidieron abrir el restaurante en su tierra, Galicia por lógica y por orgullo patrio, “es una cuestión de defender desde tu propia casa y de poner en el mapa Santiago. Además, la riqueza natural que tenemos aquí la valoramos mucho y la echamos de menos cuando estábamos fuera”. Así que con tenacidad y planificación han conseguido hacer realidad sus sueños, construyendo una historia que tiene mucho que ver con la de Honda, marca que ha conseguido ocupar un lugar privilegiado en el mundo automovilístico persiguiendo sueños y trabajando para hacerlos realidad, por muy difíciles que parecieran. Lo logran ofreciendo siempre valor y calidad, como ocurre en este Honda ZRV, con una avanzada tecnología y completo equipamiento que cubre todas las necesidades del usuario y facilita al máximo la experiencia.

Comodidad en el Honda ZR-V

Como reflejo de esa búsqueda de la mejora y elevación del momento de la conducción está la importancia de la comodidad, que es una seña de identidad de Honda y de este modelo SUV, con un interior confortable, sofisticado, amplio y luminoso gracias al techo solar panorámico practicable. También lo es para Áxel, que entiende que lo más importante es que el comensal no se sienta encorsetado y que esté relajado para que pueda disfrutar. Una experiencia de alto nivel que logran transmitir cuidando el producto y su temporada, aplicando la técnica y la creatividad, y respetando la cercanía del equipo con el comensal, “siempre estamos interactuando con el cliente, nos gusta que sea una cocina abierta, conocerles y que ellos entiendan mejor lo que hacemos”, puntualiza el chef.

Transmitir lo que es Simpar

De vuelta, Smyth activa la función AppleCar Play y pone un poco de música que se escucha nítida gracias al sistema BOSE de 12 altavoces. Una vez en el restaurante, le espera su equipo que él califica de “joven e ilusionado”, y con el que hace la necesaria puesta a punto previa a la jornada. A medida que avanzan los minutos, la adrenalina se va sintiendo, también la alegría de desarrollar un trabajo en equipo para un mismo fin: transmitir lo que es Simpar y que el cliente se vaya contento.