Un vehículo eléctrico (EV) es un vehículo que funciona parcial o totalmente con una batería eléctrica. La batería se recarga enchufándola a una fuente de alimentación externa. Hay tres tipos diferentes de vehículos eléctricos: vehículos eléctricos puros (PEV), vehículos híbridos enchufables (PHEV) y vehículos eléctricos de autonomía extendida (REEV).

Además de los coches eléctricos, también existen coches híbridos e híbridos enchufables. Mientras que los coches eléctricos son 100% eléctricos, los coches híbridos son una combinación de la tecnología tradicional de gasolina y de coche eléctrico. Están propulsados por un motor de combustión interna y uno o más motores eléctricos que utilizan energía de baterías. Las baterías de los coches híbridos autorrecargables se cargan principalmente a través del motor y se complementan con la frenada regenerativa.

Los híbridos enchufables pueden conectarse a la red eléctrica, como un coche eléctrico, y pueden circular con electricidad durante una corta distancia (aproximadamente de 30 a 60 km), ahorrando así una parte de la gasolina necesaria.

La autonomía típica de un coche eléctrico con una sola carga completa es de unos 160 km. Esta autonomía debería ser suficiente para todos, desde conductores ocasionales hasta personas con un largo desplazamiento diario. La autonomía del vehículo eléctrico dependerá del modelo. Algunos modelos premium tienen una autonomía de 300 km o incluso más.

El coste de cargar un coche eléctrico en Europa puede variar notablemente dependiendo de varios factores, incluida la ubicación, la hora del día y la estación de carga concreta utilizada. En general, el coste de cargar un coche eléctrico en Europa puede oscilar desde aproximadamente 0,20 € por kilovatio hora (kWh) en casa hasta 0,60 € por kWh en las estaciones de carga públicas, aunque los precios pueden ser mayores o menores según el país y las circunstancias concretas.

El tiempo que lleva cargar un vehículo eléctrico varía. En promedio, se necesitan alrededor de 31 minutos para cargar una batería baja desde que aparece la advertencia hasta el 80 %. Esto es cuando se utiliza un cargador rápido de 50 kW. Cargar un vehículo 100% eléctrico desde vacío hasta lleno en un punto de carga de 7 kW tarda poco menos de ocho horas. Este es el tipo de cargadores que se encuentran en estaciones de servicio o en supermercados. Cuanto más grande sea la batería y más lento sea el punto de carga, más tiempo tardará.

Aunque es el futuro de la conducción, la tecnología de las baterías para vehículos eléctricos es más sencilla que la de los coches tradicionales. Se trata de baterías de iones de litio, con iones de litio cargados positivamente transportados por un electrolito líquido. Viajan del ánodo al cátodo a través de un separador. El movimiento descarga corriente eléctrica, que impulsa el vehículo.

Las personas que están pensando pasarse al coche eléctrico a menudo tienen dudas sobre la vida útil de las baterías. Las baterías de iones de litio se degradan con el tiempo. Sin embargo, se pueden esperar unos diez años o 160 000 km de uso de un coche eléctrico. El rendimiento no sufre mucho a medida que la batería se degrada, pero la autonomía puede reducirse con el tiempo.

Los coches eléctricos tienen motores eléctricos que impulsan el vehículo en lugar del motor de combustión interna de los vehículos tradicionales de gasolina o diésel. En lugar de repostar en una gasolinera, la batería del vehículo eléctrico se recarga a través de la red eléctrica. Esto se hace a través de una toma de corriente o en un punto de carga exclusivo para coches eléctricos.

Cargar un coche eléctrico es diferente a llenar un coche tradicional de gasolina o diésel. Dependiendo de la ubicación, la carga comienza tan pronto como lo conectas o usas una aplicación, una tarjeta sin contacto o una tarjeta RFID para comenzar. Cuando el coche esté cargado, simplemente desenchúfalo.

Utilizar un punto de carga para coches eléctricos en casa es la forma más barata y cómoda de cargar un vehículo eléctrico. Algunos fabricantes de coches ofrecen cargadores con descuento o incluso gratis. Tendrías que decidir entre un cargador conectado con cable conectado o una unidad con cable desenchufable.

Además, piensa si deseas que el punto de carga esté a la vista u oculto, la longitud del cable de carga y el acceso a la red Wi-Fi de casa para funciones inteligentes. Si estás alquilando una propiedad, necesitarás el permiso del propietario para instalarlo. Una vez que hayas pensado en todo esto, hay muchos paquetes de instalación disponibles en línea, con la instalación realizada por ingenieros como parte del paquete.

Utilizar un punto de carga para coches eléctricos en casa es la forma más barata y cómoda de cargar un vehículo eléctrico. Algunos fabricantes de coches ofrecen cargadores con descuento o incluso gratis. Tendrías que decidir entre un cargador conectado con cable conectado o una unidad con cable desenchufable.

Además, piensa si deseas que el punto de carga esté a la vista u oculto, la longitud del cable de carga y el acceso a la red Wi-Fi de casa para funciones inteligentes. Si estás alquilando una propiedad, necesitarás el permiso del propietario para instalarlo. Una vez que hayas pensado en todo esto, hay muchos paquetes de instalación disponibles online, con la instalación realizada por ingenieros como parte del paquete.

Quedarse completamente sin batería no debería ser un problema con la mayoría de los vehículos eléctricos modernos. Esto se debe a que la tecnología te da mucho tiempo para encontrar una manera de cargar y la cantidad de puntos de carga aumenta constantemente. Cuando la batería se esté agotando, recibirás una advertencia en la pantalla. Algunos sistemas de navegación se activarán y te ayudarán a encontrar el cargador más cercano. Incluso cuando tengas una carga del 0 %, es posible que puedas conducir con energía de reserva durante unos 8 km. Después de eso, solo podrás conducir a una velocidad reducida y utilizar las funciones básicas. Sin embargo, en algún momento el coche dejará de funcionar.

Los costes de mantenimiento del vehículo eléctrico varían según el vehículo y el lugar al que lo lleves para revisarlo. Pero, en general, los vehículos eléctricos requieren menos mantenimiento que los automóviles con motor de combustión interna. Esto se debe a que los vehículos eléctricos tienen menos piezas, lo que hace que el mantenimiento sea más sencillo. Puedes esperar pagar alrededor de un 18 % menos por el servicio completo de un vehículo eléctrico, en comparación con un coche de combustión interna.

Si bien los coches eléctricos pueden conducirse de manera diferente a los de combustión interna en algunos aspectos, no hay muchas diferencias entre los dos y no se necesitan habilidades especiales para conducir un coche eléctrico. Un aspecto en el que pueden diferir es la aceleración, especialmente desde parado, donde un vehículo eléctrico puede ser mucho más rápido que uno de combustión interna.

La mayoría de los coches eléctricos son automáticos, con algunas raras excepciones. A algunos conductores les gusta la familiaridad con la caja de cambios y la palanca de cambios. Por eso, algunos fabricantes han producido vehículos eléctricos con caja y palanca de cambios. Sin embargo, se prevé que esto desaparezca en el futuro, a medida que la gente se acostumbre a conducir vehículos eléctricos de forma automática.

Los coches eléctricos pueden circular aproximadamente tan rápido como sus equivalentes de combustión interna. Los vehículos eléctricos deportivos de alta gama son más rápidos que los modelos urbanos, igual que los modelos de gasolina o diésel. La velocidad máxima promedio de un vehículo eléctrico es de 177 km/h, un poco más baja que la de sus equivalentes de combustión interna.

Puedes cargar el vehículo eléctrico en los puntos de carga. Estos puntos se pueden instalar en casa. Para que nunca estés demasiado lejos de un punto de recarga, existen muchos en supermercados, aparcamientos públicos, aparcamientos de trabajo, hoteles, centros comerciales y estaciones de servicio.

Actualmente, los coches eléctricos son más caros de asegurar que los coches de combustión interna. Esto se debe a que los vehículos eléctricos todavía tienen precios de compra más altos que los coches tradicionales. Además, las piezas de repuesto de los vehículos eléctricos pueden ser costosas (especialmente, las baterías) y hay menos datos disponibles para los vehículos eléctricos que para los de combustión interna. Sin embargo, cuanto más barata se vuelve la tecnología y cuanto más se generalizan los vehículos eléctricos, más probable es que los precios de los seguros bajen. Es posible que puedas encontrar precios más bajos con una compañía de seguros especializada en seguros para vehículos eléctricos.

Sí, los coches eléctricos son mejores para el medio ambiente que los tradicionales de gasolina y diésel. Los vehículos eléctricos no tienen tubo de escape que produzca emisiones como dióxido de carbono, óxido de nitrógeno y pequeñas partículas, lo que reduce la contaminación del aire.

Generalmente, los coches eléctricos son tan seguros como los de combustión interna. A algunas personas les puede preocupar el hecho de que los vehículos eléctricos contengan baterías inflamables y sistemas eléctricos de alto voltaje. Sin embargo, los vehículos eléctricos están diseñados para cumplir con las mismas normas estrictas que los coches tradicionales y, por lo general, son evaluados por Euro NCAP. Las baterías de los vehículos eléctricos están bien protegidas, montadas en una posición baja y lo más lejos posible de las zonas de posible impacto. Y los sistemas de seguridad pueden aislar la batería si ocurre un choque y desconectar la energía.

Una de las principales preocupaciones sobre las baterías de los coches eléctricos es si pueden explotar. Si bien esto puede suceder, es muy raro: los vehículos eléctricos no tienen más probabilidades de explotar que otros tipos de vehículos. Los vehículos eléctricos están equipados con sistemas de refrigeración para evitar incendios y explosiones.