Es posible que conozcas bien las reglas en casa, pero es importante tener en cuenta que existen algunas variaciones a lo largo de Europa. Los límites de velocidad, por ejemplo, pueden diferir un poco de un país a otro:
· El límite de velocidad nacional de Alemania (sin incluir la autopista) es de 100 km/h (62 mph).
· El límite de velocidad en los Países Bajos es de 80 km/h (50 mph).
· En Francia, el límite es de 50 km/h (30 mph) en zonas urbanas. En autopistas urbanas y autovías separadas por mediana es de 110 km/h (68 mph), mientras que en autopistas es de 130 km/h (80 mph).
· En Italia, el límite de velocidad es de 50 km/h (30 mph) en población, de 90 km/h (55 mph) en carreteras, de 110 km/h (68 mph) en carreteras de doble carril y de 130 km/h (80 mph) en autopistas.
· Al llegar a las carreteras de España, el límite de velocidad nacional en autopistas es de 120 km/h (75 mph), las áreas urbanas tienen un límite de 50 km/h (30 mph), mientras que fuera de un área urbana el límite de velocidad es de 90 km /h (55 mph).
· En el Reino Unido, el límite de velocidad nacional es de 112 km/h (70 mph) en carreteras de dos carriles y autopistas, en las carreteras es de 96 km/h (60 mph), mientras que en las áreas urbanas es de 50 km/h (30 mph).
Si te pillan conduciendo con exceso de velocidad en muchos países, te pueden poner una multa en el acto, que debes pagar de inmediato; incluso se te puede acompañar al cajero automático más cercano para hacerlo. Si no lo haces o no puedes, te podrían confiscar la moto.
Aunque muchas señales de tráfico europeas son similares, puede haber algunas diferencias y variaciones, así que asegúrate de investigar un poco antes de viajar para saber qué esperar.